Chôros de Villa-Lobos es un programa presentado por la Orquesta Sinfónica de Xalapa en el concierto del 22 de febrero de 2019. Contiene las piezas sinfónicas hechas por el famoso compositor de música Heitor Villa-Lobos. El programa de música fue dirigida por Lanfranco Marcelletti.
Camille Saint-Saëns (1835-1921) fue pianista, organista, escritor y un prolífico compositor francés del romanticismo que desde niño se destacó en la música -su primera obra la compuso al piano a los 4 años y 7 meses-, además de leer y escribir desde los tres años. Dotado de una personalidad multifacética, se interesó por las matemáticas, filosofía, astronomía, poesía, botánica, arqueología, acústica, ciencias ocultas, teatro romano y los instrumentos antiguos. Frecuentemente comparado con Mozart por su brillantez y versatilidad, fue uno de los líderes del renacimiento musical francés de la década de 1870. La Introducción y rondó caprichoso, op. 28 (1863) fue compuesta para el violinista español Pablo Sarasate, amigo íntimo de Saint-Saëns, quien popularizó y difundió su música por Alemania, Rusia, los Países Bajos y América. La pieza evoca ritmos de danzas españolas, homenajeando la nacionalidad de su amigo y respondiendo a la moda entre los románticos franceses de la época.
Felix Mendelssohn (1809-1847) uno de los compositores alemanes más dotados y prodigiosos de su época, se mantuvo en la cima de la música alemana entre 1830 y 1840 como director de orquesta, pianista, organista y compositor. Su estilo de composición hereda una variedad de influencias que van desde el complejo contrapunto de Bach hasta el poder dramático de Beethoven. El Concierto para piano no. 2, op. 40 fue compuesto en 1837 para el Festival Birmingham de ese mismo año. Este festival de música clásica fue uno de los más duraderos en su tipo, se llevó a cabo desde su fundación en Birmingham, Inglaterra en 1784 hasta 1912; la edición de 1837 cobró especial importancia para Mendelssohn, al poder dirigir la orquesta mientras tocaba el órgano en su propio oratorio St. Paul y, al ejecutar la parte solista de su flamante Concierto para piano no. 2. Mendelssohn creía firmemente que la música tenía el poder -con mayor alcance y precisión que la palabra- para expresar sentimientos; en una carta fechada en 1842 escribió: "Las palabras tienen muchos significados, y la música puede hacernos ver que todos ellos son correctos." Tal vez uno de los tantos significados de este concierto esté relacionado con la alegría, la pasión y el romanticismo que ambientaron su composición en plena luna de miel con su esposa Cécile Jeanrenaud.
Si el carisma, la creatividad, la aventura, la exuberancia y el amor por la patria se fusionaran en un sólo nombre, ése sería el de Heitor Villa-Lobos (1887-1959). Reclamado por muchos como la figura más importante del siglo XX en la música brasileña, logró amplio reconocimiento internacional por la creación de estilos únicos de composición, donde se combinan las técnicas contemporáneas europeas y una reinterpretación de la música tradicional brasileña. Su padre, músico amateur y empleado de la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, educó al pequeño Heitor en un contexto nada convencional para la época. Villa-Lobos, aprendió a tocar el violoncello -su instrumento favorito-, la guitarra, el clarinete y el piano; viajó frecuentemente por el norte y noroeste de Brasil, entre 1905 y 1913, ávido de músicas y ritmos populares; se decantó por uno en especial: el chôro. Esta centenaria música de Brasil tomó su nombre del verbo portugués chorar (llorar) y sus temas son generalmente de carácter amoroso y melancólico. Vila -como cariñosamente le apodó el pueblo brasileño- rindió un magnífico tributo a su país y a su música popular trascendiendo nacionalismos, resignificando sonidos, componiendo una serie de catorce chôros - con una introducción y un bis- en la década de los años veinte. Villa-Lobos describe, en su libro Choros: Estudo técnico, estético e psicológico, la atmósfera de su Chôros no. 6 (1926) como "Un tipo de romance de la atmósfera campirana del nordeste brasileño. El clima, el color, la temperatura, la luz, el canto de las aves, el aroma de hierba melosa entre los gallineros, y todos los elementos naturales de una zona rural sirvieron de inspiración para los motivos de esta obra; sin embargo esto no representa ningún aspecto objetivo ni un sabor descriptivo."
El Chôros no. 10 (1926) titulado Rasga o coração (rasga el corazón) se compone de dos secciones principales, la primera con orquesta y la segunda donde se agrega un coro mixto. Villa-Lobos utiliza a la flauta inicial para dibujar un motivo que asemeja el canto de un ave llamado Azulão da mata, y lo describe como "una célula melódica transfigurada, característica del canto de un ave rara de los bosques brasileños." Este chôros dramatiza la relación entre la naturaleza virgen del Amazonas con la llegada de los humanos. Si Villa-Lobos utiliza melodías de poblaciones nativas de Brasil, o de la música popular que escuchó en Rio de Janeiro, si convierte a su orquesta en una selva tropical mediante asombrosas onomatopeyas o si usa lenguaje disonante modernista, no está tratando de hacer fusiones, está permitiendo que los diferentes mundos de Brasil -sus diferentes pueblos, paisajes variadísimos, su inmensa riqueza natural- coexistan uno al lado del otro, y uno encima del otro, a veces en armonía, a veces en conflicto. Después del estreno parisino, en 1927, un crítico escribió que la obra "es un inmenso e inquietante fresco orquestal, un arte que no reconocemos pero al que ahora debemos darle un nuevo nombre." Yo lo nombraría: acuarela musical de Brasil.
Axel Juárez
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