La Zarzuela 28/08/15
Su Majestad La Zarzuela
La zarzuela es un género de teatro musical muy parecido a la ópera, pero con características específicamente españolas. La zarzuela se desarrolló a partir de ciertos espectáculos teatrales con música que se hicieron muy populares en España durante el siglo XVII, especialmente en el ambiente cortesano. Se dice que la zarzuela es llamada así porque algunas de las primeras obras de este género fueron puestas en escena en el Palacio del Pardo en Madrid, conocido también como Palacio de la Zarzuela por la abundancia de zarzas en sus jardines. La obra conocida más antigua que presenta ya las características de una zarzuela es El jardín de Falerina, estrenada en 1648, con texto de Pedro Calderón de la Barca y música de Juan Risco. La primera obra denominada oficialmente como zarzuela es El golfo de las sirenas, escrita en 1657, también por Calderón de la Barca. A mediados del siglo XVIII, con el auge de la ópera italiana en España, la zarzuela cae en decadencia, y no recupera su justo lugar sino hasta mediados del siglo XIX. En general, la zarzuela es un género más ligero que la ópera, tanto en lo que se refiere a las historias que cuenta como a los recursos musicales empleados en ella.
En el Diccionario Técnico de la Música publicado por Felipe Pedrell en Barcelona en el año 1894, se encuentra una definición un tanto rústica (como el resto del libro) pero ciertamente útil de la zarzuela, y que coincide básicamente con lo anotado líneas arriba. Dice así:
Zarzuela. Representación escénica española en la que alterna, como en la ópera cómica francesa, el canto con la declamación. Debe considerarse como una transformación de la antigua Tonadilla, a la cual sustituyó sin que se perdiese en un principio la afición a este género de espectáculo. Se creyó un tiempo que ensanchando las formas de la Zarzuela podía llegarse a la creación de la ópera nacional. Peña y Goñi ha señalado bien esta imposibilidad diciendo que “la zarzuela gira en una órbita más modesta, que no pretende encerrar en sus manifestaciones la individualidad musical de toda una nación”, porque “en este todo nacional que la ópera abarca, la zarzuela se contenta con una parte”. La aparición de la zarzuela data del año de 1628, según parece, allá cuando las fiestas y pasatiempos cortesanos del más galante de los Austrias, proporcionaban tan deleitosa existencia al entonces rey de España. Su nombre lo debe a la proximidad al real sitio del Pardo de una casa de campo donde abundaban las zarzas, llamada La Zarzuela, propiedad del Cardenal Infante Don Fernando, también un centro de reunión habitual para favoritas y cortesanos. En este sitio se presentó en aquella fecha una serie de funciones con el estreno de una representación de dos jornadas, titulada El Jardín de Falerina, a cuya letra escrita por Don Pedro Calderón de la Barca, intermedió algunos números de música el maestro Juan Risco. Esto resultó motivo suficiente para que en lo sucesivo se conocieran en esta tierra, con aquella estrambótica denominación, las composiciones teatrales en cuyo desarrollo alternaron, desde entonces, lo hablado con lo cantado.
Vale aclarar que el año 1628 que cita Pedrell como el del nacimiento de la zarzuela, contradice la mayoría de las fuentes documentales, que mencionan generalmente 1648. En otros textos se dice que Calderón de la Barca estaba consciente de haber creado una forma escénico-musical nueva, y que él mismo dio un paso importante en el desarrollo histórico y formal de la zarzuela al escribir, en 1657, “El laurel de Apolo”. Respecto a esta obra en particular se dice algo que suele mencionarse también respecto a la zarzuela en general: que al paso del tiempo, este género inicialmente tan español adoptó numerosos elementos del estilo italiano, por lo que terminó por perder su esencia nacional. Se dice que hacia fines del siglo XIX y los primeros años del XX, la zarzuela se deterioró hasta convertirse en un género muy menor, comparable a lo más simple y llano del teatro de revista y el vodevil. Sin embargo, por esa misma época, un grupo de compositores españoles se aplicó a revivir la dignidad original de la zarzuela; entre ellos se menciona a Amadeo Vives, José Serrano, Jesús Guridi, José María Usandizaga, Federico Moreno Torroba y, un poco más tarde, Eduard Toldrá, Conrado del Campo y Juan Manén.
Entre los más importantes compositores de la época de auge de la zarzuela cabe mencionar a Federico Chueca, Manuel Fernández Caballero, Jacinto Guerrero, Pablo Sorozábal, Ruperto Chapí, Francisco Asenjo Barbieri, Jerónimo Giménez, Pablo Luna y Tomás Bretón. En relación al tema de la zarzuela como una forma inconfundiblemente española, no está de más señalar el hecho culturalmente significativo de que Guridi, Usandizaga y Sorozábal fueron vascos, mientras que Manén y Toldrá fueron catalanes.
Como es lógico suponer, la zarzuela se expandió de manera natural hacia Latinoamérica, llegando a tener presencia particularmente destacada en Cuba, México, Venezuela y Argentina. Más interesante aún es el hecho de que la zarzuela tuvo un cierto auge en Filipinas, donde se le conoce como sarswela, y donde algunos de los más interesantes ejemplos del género tienen sus textos en el idioma local, el tagalo.
Juan Arturo Brennan