Brahms / Adams 13/10/15

Juan Arturo Brennan | Tlaqná
Concierto para piano n°. 1, Op. 15 - Johannes Brahms / Sinfonía Doctor Atomic - John Adams

JOHANNES BRAHMS (1833-1897)

Concierto para piano y orquesta No. 1 en re menor, Op. 15

Hacia 1854, cuando Brahms tenía 21 años de edad, tenía ya casi completo el material de su Primer concierto para piano y orquesta; de hecho, el primer movimiento estaba ya totalmente orquestado. Sin embargo, Brahms habría de hacer varios cambios en el material musical en esta, su primera gran obra sinfónica. Lo que originalmente iba a ser el tercer movimiento de su Primer concierto para piano fue descartado, y apareció más tarde como un coro de su Réquiem alemán. Hay en este concierto, además, algunos elementos que parecen ser referencias directas a su gran amigo, el compositor y pianista Robert Schumann (1810-1856). Según el violinista y director Joseph Joachim (1831-1907), amigo cercano de Brahms, el primer movimiento del concierto fue creado por el compositor como un gesto dedicado a Schumann, poco después de que éste intentara suicidarse tirándose al río Rhin. Otros analistas, sin embargo, afirman que la verdadera dedicatoria a Schumann está en el segundo movimiento, que en la partitura original está encabezado con la frase Benedictus qui venit in nomine Domini (‘Bendito el que viene en nombre del Señor’).

El estreno de esta enorme obra se llevó a cabo en el Teatro Real de Hannover el 22 de enero de 1859, llevando como solista al mismo Brahms, quien recién había cumplido los 25 años de edad, y con Joseph Joachim como director. Esta noche de estreno del Primer concierto para piano de Brahms resultó un éxito moderado, nada espectacular, pero la segunda ejecución de la obra, en la ciudad de Leipzig, resultó un desastre total para el joven Brahms. Los ensayos fueron fríos y tensos, y durante el concierto la obra fue silbada por buena parte del público. ¿A qué pudo deberse esta reacción? Probablemente al hecho de que en este concierto Brahms propuso un discurso musical de proporciones tan grandes que el público no alcanzó a comprenderlo cabalmente. Esto no deja de ser extraño si se considera que el público alemán esperaba que Brahms llevara adelante el pensamiento musical planteado por Beethoven en su monumental Novena sinfonía. Y de hecho, el crítico Walter Niemann detectó algo de esto en el Primer concierto de Brahms, y escribió que en la pieza se notaba ya la influencia y la inspiración espiritual y musical de la Novena sinfonía. Esta inspiración dio como resultado una obra de grandes proporciones, granítica, de casi tres cuartos de hora de duración. Lo más curioso del caso es que el camino musical emprendido por Brahms en su Primer concierto para piano fue un camino que el compositor abandonó poco después, para nunca volver a pisarlo. A partir de entonces, Brahms transitó por una vía musical más cercana no sólo al Beethoven clásico sino también a sus propias convicciones estéticas y sonoras, alejándose quizá de lo que el público y la crítica esperaban originalmente de él.



JOHN ADAMS (1947)

Sinfonía Doctor Atomic

El 1 de octubre del año 2005, en la Ópera de San Francisco, se llevó a cabo el estreno de una de las óperas más importantes de los primeros años del siglo XXI: Doctor Atomic, del compositor estadunidense John Adams. En el centro de la ópera está Robert Oppenheimer, el científico a quien se acredita la invención de la bomba atómica, y la narración de la obra se concentra en los sentimientos contradictorios del propio Oppenheimer y las personas que lo rodean al tomar conciencia de la monstruosidad que están creando. La acción de la ópera se centra en los momentos previos a la preparación de la primera prueba de la bomba, llamada Prueba Trinity. El libreto de Doctor Atomic fue realizado por Peter Sellars a partir de materiales informativos desclasificados y del dominio público sobre la bomba atómica, su creación y sus creadores. Para redondear su texto, Sellars acudió a otras fuentes de diversa índole y origen: el Bhagavad Gita, los Sonetos sagrados de John Donne, poemas de Charles Baudelaire y Muriel Rukeyser, y canciones de los indios Tewa de Nuevo México. En esta ópera, Adams retoma su tendencia a explorar las vivencias personales y pasiones de personajes de la vida pública, como lo había hecho antes en sus óperas Nixon en China (1987) y La muerte de Klinghoffer (1991). El propio Adams elaboró las siguientes notas explicativas para su Sinfonía:

La sinfonía está construida en un movimiento continuo de 25 minutos de duración, similar a la Sinfonía No. 7 de Jean Sibelius, obra que ha ejercido un profundo efecto en mi pensamiento como compositor. El inicio de la Sinfonía (El Laboratorio), pleno de timbales palpitantes y fanfarrias punzantes, al estilo de Edgar Varèse, conjura un paisaje postnuclear devastado. El segundo episodio pinta una escena frenética, música para el pánico (Pánico), que proviene del Acto II de la ópera. En ella se evoca la tormenta eléctrica feroz que azotó el sitio de la prueba nuclear en las horas previas a la detonación de la bomba. La música en esta sección sugiere los momentos que describen la intensa actividad que conduce a la prueba. Se escucha la voz del general del ejército estadounidense Leslie Groves, arremedado burdamente por un trombón, descalificando tanto a los científicos como a sus subordinados militares. Esta música cede el paso a una danza ritual del maíz de los indios Tewa locales. La Sinfonía concluye (Trinidad) con un episodio instrumental del momento más memorable de la ópera (un aria para barítono en la ópera original, aquí suplantado por un solo de trompeta), sobre un soneto del poeta John Donne, ‘Batter my heart, three person’d God’ (‘Derriba mi corazón, Dios tripersonal’). El físico Robert Oppenheimer, héroe de la ópera, amaba este poema, y en él se inspiró para darle el nombre 'Trinidad' al sitio de pruebas en el desierto’.

En el estreno de la ópera, el rol central de Robert Oppenheimer fue cantado por el barítono Gerald Finley, y en el reparto estuvieron también Kristine Jepson, Eric Owens, Richard Paul Fink, Thomas Glenn, James Maddalena, Jay Hunter Morris y Beth Clayton. La dirección de escena fue del propio Sellars, y la dirección musical estuvo a cargo de Donald Runnicles. Un par de años después del estreno de la ópera, en 2007, Adams volvió a la partitura de su ópera y compuso una sinfonía basada en los materiales de Doctor Atomic. La sinfonía fue estrenada en uno de los Conciertos Proms de la BBC, en Londres, el 21 de agosto de 2007, con la Orquesta Sinfónica de la BBC dirigida por el propio Adams. Más tarde, el compositor revisó la partitura de la sinfonía y omitió uno de los movimientos de la versión original, para dejarla con los tres movimientos con que la obra es conocida actualmente.