Tango y Música Clásica 09/02/16

Juan Arturo Brennan | Tlaqná
Suite Troileana, Fracanapa, Oblivion, Libertango - Astor Piazzolla / Imágenes de Buenos Aires, Metrópolis, Contrabando, Preludio y Candombe - Daniel Binelli

ÁSTOR PIAZZOLLA (1921-1992)

Suite Troileana
Fracanapa
Oblivion
Libertango

El hecho de que las teorías y las composiciones de Ástor Piazzolla hayan sido (y sigan siendo) objeto de gran controversia es una buena señal: no hay peor indicio de mediocridad en la música que la indiferencia o la aceptación callada. A casi un cuarto de siglo de la muerte de Piazzolla, sus contribuciones a la música del siglo XX siguen siendo debatidas con pasión por dos bandos ferozmente antagónicos. Por un lado, los defensores a ultranza del tango tradicional, quienes al discutir a Piazzolla suelen terminar con una frase ya muy manida: “Pero si eso no es tango.” Por otro lado, tangófilos más flexibles y sensibles, que reconocen que en manos de Piazzolla el tango no murió ni se volvió irreconocible, sino que simplemente adquirió su carnet de modernidad, que buena falta le hacía.

Piazzolla fue un genio precoz. Siendo niño, trabajó fugazmente con el legendario Carlos Gardel, y al poco se inició como bandoneonista en una de las más tradicionales orquestas de tango, la de Aníbal Troilo, el famoso Pichuco. De la mano de un estupefacto Troilo, el aún adolescente Piazzolla recibió la oportunidad ansiada de sumergirse hasta el cuello en el tango, y permaneció con él durante seis fructíferos años (1939-1945). Al mismo tiempo que dejaba que el tango se le metiera en los huesos, Piazzolla se preparaba para empresas musicales más ambiciosas, estudiando composición en París con la maestra fundamental de su tiempo, Nadia Boulanger. De la sabia combinación de ambos mundos, el del tango y el de la música de concierto, Piazzolla obtuvo un lenguaje plenamente personal y un sonido único, inconfundible, que si bien es apreciable en sus obras de concierto, lo es más aún en los tangos que compuso para los ensambles tradicionales que fundó y dirigió. Su herencia es doble, y doblemente valiosa. Además de escribir más de trescientos tangos y una cincuentena de partituras cinematográficas, Piazzolla fue sin duda el más notable bandoneonista de su generación, obteniendo del viejo fuelle sonoridades nunca antes aplicadas al tango. Es posible, sin embargo, hallar una aparente contradicción en el trabajo de Piazzolla y su posición personal respecto al tango. ¿Cómo conciliar lo dicho por Piazzolla respecto a que su intención era hacer tangos para escuchar, con el hecho histórico indiscutible de que el tango nació para ser bailado? Muy fácil: sentarse en una sala de conciertos a escuchar tangos de Piazzolla es una experiencia singular, pero el que quiera bailar, que baile. Para eso es, finalmente, el tango.

Homenaje al Maestro

El periodo de Piazzolla como bandoneonista en la orquesta del Pichuco fue fundamental no solo para empezar a forjar su leyenda como ejecutante del instrumento, sino también para probarse como compositor y arreglista. A pesar de que el ímpetu innovador de Piazzolla le provocaba frecuentes diferencias musicales con su jefe y mentor, la huella musical y afectiva que Troilo dejó en Piazzolla fue más poderosa que todas estas diferencias. Troilo fue maestro de instrumentistas y vocalistas, uno de los mejores bandoneonistas de toda la historia del tango y un compositor delicado, autor de algunas de las piezas más notables del repertorio tanguero. Piazzolla nunca dejó de reconocerlo, y a la muerte de Troilo, treinta años después de que Piazzolla decidiera separarse de él e iniciar un camino independiente, compuso a manera de homenaje una de sus obras más personales y conmovedoras: la Suite Troileana (1976), retrato musical dedicado al Pichuco.

Fracanapa, Oblivion y Libertango

En 1960, después de varios experimentos, Piazzolla creó uno de los conjuntos fundamentales de su trayectoria, el que terminaría de definir su estilo musical, sería la base de agrupaciones posteriores y al que volvería cada vez que se sentía frustrado por otros proyectos: el Quinteto Nuevo Tango (bandoneón, piano, violín, guitarra eléctrica y contrabajo), que causó furor en ciertas franjas de público. Con esta agrupación daría a conocer algunas de las composiciones más características de su estilo, Fracanapa, entre ellas. Como curiosidad anecdótica, es interesante recordar que esta formación incluía como violinista al espléndido músico polaco-argentino Szymsia Bajour, quien en 1976, perseguido por la dictadura argentina, emigró a México cobijado por el Mtro. Luis Herrera de la Fuente, y se desempeñó durante varios años como Concertino de la Orquesta Sinfónica de Xalapa.

Oblivion, escrito en 1984, es uno de los tangos nuevos (o nuevos tangos) más conocidos y populares de Piazzolla. En su versión original, la pieza ofrece al oyente amplias líneas melódicas (nostálgicas, tristes, casi luctuosas) del bandoneón que se elevan elegantemente sobre una discreta textura de cuerdas. Se trata sin duda de una de las piezas más líricas y expresivas del catálogo de Piazzolla, y en cierto sentido está emparentada con otro de sus tangos más famosos, Adiós Nonino. Puede decirse, sin afán peyorativo alguno, que Piazzolla explora en Oblivion una vena sentimental marcada al mismo tiempo por cierta austeridad. En efecto, la palabra oblivion quiere decir “olvido”, pero también se puede traducir como “amnistía”, como una especie de olvido amplio y general, en el espíritu de “dejar ser”, “dejar en paz”. Así, se percibe en la pieza una especie de decantada desolación, de nebulosa lejanía.

Libertango, una de las composiciones más admiradas y duraderas de Piazzolla, fue publicado originalmente en Milán en 1974. Su título expresa claramente, de manera general, la actitud creativa de Piazzolla ante el tango. A su vez, Libertango es el título del disco en el que esta formidable pieza apareció originalmente. En esta grabación, el Libertango está complementado por otras composiciones emblemáticas de Piazzolla: Meditango, Undertango, Adiós Nonino, Violentango, Novitango, Amelitango y Tristango. La música de Libertango es conocida no sólo por sus propios valores intrínsecos (que son muchos) sino también por el hecho de que ha sido reinterpretado por numerosos músicos de todo el mundo, y ha hecho diversas apariciones en películas, comerciales, series de dibujos animados, etc. A diferencia de los perfiles nostálgicos y tristes de otros tangos de Piazzolla como Oblivion y Adiós Nonino, Libertango es una pieza brillante y extrovertida, con un sabroso perfil rítmico marcado por los acentos desplazados.


DANIEL BINELLI (1946)

Imágenes de Buenos Aires
Metrópolis
Contrabando
Preludio y Candombe

Bandoneonista de altos vuelos, arreglista, compositor, divulgador, destacado experto en el tango, su esencia y su historia, Daniel Binelli es además uno de los exponentes y promotores más notables de la música de Ástor Piazzolla (1921-1992), a cuyo Sexteto Nuevo Tango, la última de las formaciones tangueras creadas y lideradas por Piazzolla, se unió en 1989. Además de tocar en diversas formaciones pequeñas típicas del tango en su expresión, digamos, camerística, Binelli se presenta frecuentemente con orquestas sinfónicas de todo el mundo, y ha trabajado bajo la batuta de directores como Dutoit, Schifrin, Spano, Falletta, Ben-Dor, Shambadal y muchos otros. Más aún: Binelli mismo ha asumido el rol de director, particularmente al conducir la representación de la ópera María de Buenos Aires de Piazzolla en Sicilia, con la actuación de la cantante italiana Milva en el rol protagónico. Entre sus colaboraciones recientes más destacadas se encuentran sus presentaciones a dúo con la pianista Polly Ferman y con el guitarrista Eduardo Isaac, así como simultáneamente con ambos en el Trío Binelli-Ferman-Isaac. Es director de la compañía Tango Metrópolis, y como compositor ha sabido abordar la rica herencia del tango desde muy variados puntos de vista, escribiendo obras para instrumentos solos, diversas dotaciones de cámara y orquesta sinfónica. Su prestigio en este rubro le ha valido un buen número de encargos (tanto de arreglos como de composiciones originales) por parte de grupos y orquestas de prestigio en todo el mundo. Este rico perfil profesional y creativo de Binelli se complementa con el hecho de que también ha creado algunas interesantes partituras para el cine. De interés particular para nosotros es que la importante discografía de Daniel Binelli incluye un CD titulado Tango Evolución que grabó con el Cuarteto Latinoamericano, ensamble con el que ha desarrollado una fructífera y productiva relación de trabajo. Comenta Arón Bitrán, violinista del CL:

Daniel Binelli es sin duda el heredero más legítimo de Piazzolla, no sólo porque trabajó muy de cerca con él, sino porque ha sabido retomar el lenguaje de Piazzolla y, en su propia música, llevarlo en la misma dirección algunos pasos más allá. Binelli es además uno de los grandes exponentes del bandoneón en nuestros días, y tiene una formidable capacidad no sólo como intérprete sino también como gran improvisador.

El CD mencionado (cuyo repertorio ha sido interpretado en varias ocasiones en vivo por Binelli y el Cuarteto Latinoamericano) incluye piezas de Piazzolla, del propio Binelli, y de algunos otros nombres indispensables en la historia del tango, como Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Mariano Mores y Horacio Salgán.

Juan Arturo Brennan

CONTRABANDO
FUE COMISIONADA POR LA SINFONICA DE PUERTO RICO,Y ESTRENADA EN EL MES DE AGOSTO DE 1914 EN PUERTO RICO , EN EL FESTIVAL CASALS, DIRIGIDA POR EL MAESTRO MAXIMIANO VALDEZ.