Fauré / Glass / Bernstein 15/05/16
GABRIEL FAURÉ (1845-1924)
Pavana, Op.50
A lo largo de su carrera, Gabriel Fauré compuso sólo una decena de obras orquestales, algunas de las cuales han sobrevivido en forma fragmentaria. Además de estas obras puramente orquestales, Fauré escribió también algunas obras para instrumentos solistas y orquesta; muy a la usanza de la época, los instrumentos elegidos por el compositor fueron el violín (un Concierto, una Berceuse y un Romance), el violoncello (una Elegía) y el piano (una Balada y una Fantasía). Entre las obras puramente orquestales de Fauré, la Pavana, compuesta en 1887, es sin duda la más conocida y difundida de esta parte de su catálogo. Fue escrita un año antes del estreno de su obra más conocida, el Requiem compuesto a la memoria de su padre. La Pavana fue escrita originalmente para una orquesta de pequeñas dimensiones, y en la partitura el compositor da lugar para una parte coral ad libitum. No deja de ser curioso el hecho de que, respecto a esta parte coral, dos fuentes de información ofrecen dos versiones distintas. Una de esas fuentes afirma que el texto para el coro ad libitum proviene de las Fiestas galantes de Paul Verlaine; la otra fuente afirma que se trata de un texto anónimo de carácter pastoral en el que se nos cuentan los amores y desamores de personajes como Lindor, Tirsis, Myrtil y Lisette. En un ensayo sobre la música de Fauré, el musicólogo Jean Michel Nectoux afirma que la Pavana corresponde al segundo de los cuatro períodos estilísticos del compositor, un período fuertemente influido por los poetas parnasianos y, en particular, por su descubrimiento de la poesía de Paul Verlaine.
Vale la pena mencionar, como corolario, que existe un testimonio particularmente interesante de la Pavana de Fauré. Si bien las crónicas de sus contemporáneos indican que Fauré no fue un gran virtuoso del piano (a diferencia de su maestro Saint-Saëns), también mencionan el hecho de que era un muy buen intérprete de sus propias obras, y un soberbio acompañante de sus canciones. Entre 1904 y 1913 Fauré grabó para las firmas Hupfeld y Welte-Mignon algunos rollos de pianola con sus propias obras. Entre ellas están uno de sus Romances sin palabras, la primera Barcarola, el tercer Preludio, el tercer Nocturno, la Siciliana, el Tema y variaciones, los Valses Capricho Nos. 1, 3 y 4, y una versión para piano de la Pavana que hoy se conoce en su versión orquestal.
PHILIP GLASS (1937)
Concierto Fantasía para dos timbalistas y orquesta
Al concluir la composición de su Concierto-Fantasía para dos timbalistas y orquesta, el compositor estadunidense Philip Glass realizó esta breve nota sobre la obra:
Jonathan Haas se acercó a mí hace casi diez años con una invitación a componer un concierto para timbales para él. Parecía que estábamos de acuerdo para iniciar nuestro proyecto cuando una serie de encargos sinfónicos y de ópera nos obligaron a varias posposiciones. Ahora, años después, la obra está finalmente terminada, un concierto en tres movimientos con cadenza. Además, ha crecido para convertirse en un doble concierto que requiere dos timbalistas que entre ellos tocan un total de nueve timbales.
Nota indispensable: en la página web del timbalista Jonathan Haas se indica que se trata de catorce y no de nueve timbales. En la misma fuente puede hallarse este otro dato, no del todo despreciable: la revista especializada Ovation ha designado a Jonathan Haas como “El Paganini de los timbales”. La razón por la cual el Concierto-Fantasía de Glass requiere de dos timbalistas en vez de uno solo no es estrictamente musical, sino también práctica. Mientras Jonathan Haas buscaba afanosamente el patrocinio necesario para encargar la obra a Glass, recibió un consejo invaluable de Catherine Cahill, quien por entonces era gerente general de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Palabras más, palabras menos, Cahill le dijo a Haas: “Te sugiero que le encargues a Glass una obra para dos timbalistas. Así, cada vez que la toques, podrás tener como colaborador al timbalista principal de la orquesta en turno”.
Philip Glass compuso su Concierto-Fantasía para dos timbalistas y orquesta en el año 2000, después de las posposiciones ya mencionadas. La obra fue estrenada el 19 de noviembre de ese año en el Avery Fischer Hall del Lincoln Center Nueva York, con Jonathan Haas y Svetoslav Stoyanov como solistas, y la Orquesta Sinfónica Americana dirigida por Leon Botstein. Un dato final, y ciertamente interesante, sobre Jonathan Haas: además de ser poseedor de una notable colección de instrumentos de percusión de todo el mundo, se le reconoce por haber construido el timbal más grande del mundo, a partir de un enorme cazo de bronce que originalmente se utilizaba para elaborar queso y que el timbalista encontró en un rancho cercano a Aspen, Colorado.
LEONARD BERNSTEIN (1918-1990)
Sinfonía No. 3, Kaddish
En la liturgia judía, Kaddish (cuyo significado es “santificación”) es una plegaria que tradicionalmente se canta por los muertos, ya sea ante su tumba o en una ceremonia memorial. Además, el Kaddish tiene un rol particular en los servicios religiosos en la sinagoga. No deja de ser interesante que, siendo una plegaria por los muertos, el texto no menciona la palabra “muerte”, pero se refiere tres veces a la vida. Ello quiere decir que el Kaddish es, en cuanto plegaria fúnebre, una celebración de la vida. Leonard Bernstein compuso su Sinfonía No. 3, Kaddish, en 1963 y con motivo del asesinato del presidente John F. Kennedy en Dallas el 22 de noviembre de ese año, apenas unas semanas antes del estreno programado de la obra, el compositor dedicó la partitura a la memoria de Kennedy.
La Sinfonía No. 3, Kaddish, está escrita para narrador, soprano, coro mixto, coro infantil y orquesta. En ella se alternan dos textos: el Kaddish, cantado por los coros y la soprano en su idioma original, una mezcla de hebreo y arameo (la lengua vernácula en los tiempos de Cristo), y una declamación escrita por el propio Bernstein, a manera de una increpación del Hijo-Hombre al Padre-Dios, a la usanza de algunos episodios propios del Antiguo Testamento. El estreno de la sinfonía Kaddish ocurrió en Tel-Aviv el 10 de diciembre de 1963, con la mezzosoprano Jenny Tourel, la actriz israelí Hanna Rovina como narradora y la Orquesta Filarmónica de Israel, bajo la batuta de Bernstein. Para esta versión original de la sinfonía, Bernstein indicó específicamente que la narración debía estar a cargo de una mujer. Años después, en 1977, el compositor-director se sintió insatisfecho con su sinfonía Kaddish y realizó una revisión de la obra, tanto en la música como en el texto. Para la revisión, Bernstein señaló que la narración podía ser realizada indistintamente por un hombre o una mujer. Más tarde, un sobreviviente del Holocausto, Samuel Pisar, escribió una nueva narración, basada en sus propias experiencias de vida, y dedicó el texto a la memoria de Bernstein. Desde entonces y hasta la muerte de Pisar en 2015, él mismo fungió como narrador de esta nueva versión del texto de la sinfonía Kaddish en varias ocasiones, y los herederos de Bernstein permitieron que solamente él narrara este texto. Leonard Bernstein se encargó de realizar la primera grabación de su Sinfonía No. 3, Kaddish, con su esposa Felicia Montealegre como narradora, la cantante Jenny Tourel, y la Orquesta Filarmónica de Nueva York.
Juan Arturo Brennan