Música de Películas - 08/08/16
Hoy en día, damos por hecho de que la música de una película tiene como finalidad enfatizar las ideas, las acciones y las emociones de cada filme. Sí, nada más lógico. Pero es interesante saber que no siempre fue así. Durante los primeros tiempos del cine, se contrataba a pianistas u organistas que tocaran durante la exhibición de películas mudas no para potenciar el impacto emocional de la narración, sino para cubrir el molesto sonido de los antiguos proyectores. Dicho con otras palabras: hoy, la música de cine es un refinado arte; en sus inicios, no fue más que ruido para tapar otro ruido.
En esta variada colección de músicas fílmicas hay un poco de todo, para todos los gustos, no sólo en el estilo sonoro de las partituras, sino también en los filmes mismos. He aquí música de dos de las franquicias más exitosas de todos los tiempos: por un lado, Star Wars, una atractiva combinación de aventuras espaciales, romance, criaturas improbables y héroes atribulados, todo ello sazonado con discretas dosis de humor; por el otro, Harry Potter, que antes de ser una serie fílmica de largo alcance fue una serie de libros con los que su autora, J.K. Rowling, puso a leer a muchos millones de niños, jóvenes y adultos por todo el mundo, lo que es un sí mismo un gran mérito. Magia, suspenso, villanos oscuros y tremendos, amistad, lealtad, primeros amores, una escuela como ninguna otra, son algunos de los elementos principales de la historia de Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley, una historia que se convirtió en uno de los más notables fenómenos literarios y mediáticos de nuestro tiempo. De manera semejante, la leyenda del Hombre Murciélago, héroe de Ciudad Gótica y azote de los villanos, también ha sido materia de una extensa serie de películas, con el atractivo principal de contar con distintos protagonistas escondidos tras el antifaz y bajo la capa. De interés particular, el hecho de que en varias de las películas de la franquicia se nos ofrece un Batman que, debajo de su vocación por hacer el bien y luchar contra el mal, tiene su propio lado oscuro y sus propias duda existenciales. En Gladiador conocemos a otro tipo de héroe: el general romano Maximus, victorioso militar que termina como gladiador y esclavo, que lo pierde todo ante el ansia de poder del emperador Commodus y cuyo destino tiene todos los elementos de una tragedia. Una gran superproducción a la antigua, con todos los recursos modernos. También con elementos y cualidades de superproducción, La lista de Schindler nos cuenta la historia de otra figura heroica de su tiempo: Oskar Schindler, próspero industrial, espía y miembro del partido nazi quien, finalmente, utiliza su situación privilegiada y sus recursos para salvar la vida de cientos de judíos. Una sobria película en blanco y negro, no exenta de una faceta claramente sentimental. No hay en la historia del cine una franquicia más duradera y exitosa que la larga serie de películas que nos cuentan las aventuras y amoríos del flemático agente británico designado como 007. Se trata de Bond, James Bond, encarnado a través de las décadas por una larga serie de actores que van desde el indispensable Sean Connery (el mejor Bond de todos) hasta Daniel Craig en la actualidad. Espectaculares persecuciones, inverosímiles aparatos de espionaje, villanos (y villanas) de todo tipo, peligrosas aventuras por todo el mundo y por lo menos un amorío en cada película, han hecho de James Bond una de las presencias míticas más sólidas de la historia del cine. Sus fans esperan con ansia singular cada nueva entrega de la serie, que al parecer (y afortunadamente) no tiene para cuándo acabar. Si el tema musical de Monty Norman para James Bond se ha vuelto igual de mítico que el agente 007, no menos mítica es la música de Lalo Schifrin para Misión Imposible, franquicia fílmica que nació de una de las mejores y más exitosas series de televisión. Un grupo de agentes con talentos muy especiales se dedica, por encargo, a atrapar, desenmascarar y eliminar a todo tipo de personajes de dudosa reputación, sobre todo en el mundo de la alta política internacional. Los que conocen del asunto afirman que la serie de televisión es superior a la moderna serie cinematográfica. Y hablando de series, nos quedan todavía tres más. La que nos cuenta las aventuras de un capitán pirata que está más loco que una cabra, la que sigue los pasos de un inepto inspector de policía, y las improbables aventuras en la nieve y bajo cero de una serie de entrañables personajes. Para quienes gustan de los números y estadísticas, va el dato de que Frozen (la primera entrega de la serie) es el largometraje de animación número 53 de los estudios Disney. Y para quienes no lo saben, va el recordatorio de que La pantera rosa era originalmente un raro diamante.
Sobra decir que junto a todas estas películas y series cinematográficas, con sus personajes, historias y aventuras, encontramos una lista de importantes y famosos compositores que con sus partituras han iluminado la banda sonora de cada filme: John Williams, Hans Zimmer, Lisa Gerrard, Lalo Schifrin, Henry Mancini, Monty Norman, John Barry, Klaus Badelt, Christophe Beck. La mayoría de estas músicas para cine han adquirido, por méritos propios, una vida independiente más allá de las salas cinematográficas. Prueba de ello, su presencia, hoy, en esta sala de conciertos.
Juan Arturo Brennan