Árbol de la Vida 07/09/18

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Obertura Las avispas - Ralph Vaughan-Wiliams / El Árbol de la Vida - Hebert Vázquez / El camino al jardín del paraíso - Frederick Delius / Obertura En el Sur - Edward Elgar

En 1909, Ralph Vaughan-Wiliams (1872-1958) recibió la invitación para escribir la música incidental para la obra satírica Las avispas, del dramaturgo griego Aristófanes, para ser representada por un grupo de estudiantes de la Universidad de Cambridge. La exquisitez de la Obertura –la pieza más memorable del conjunto- reside en el estilo con que se configura el humor de la comedia de Aristófanes en conjunto con la música. Vaughan-Williams no sólo se limitó a realizar música sinfónica y óperas; dentro de su producción se encuentran también piezas para teatro y ballet, además de escribir música cinematográfica, para la televisión y para la radio inglesas.
1: Es una pieza primordial dentro del repertorio de la música sinfónica del Reino Unido por su ingenuidad y enérgico ritmo, arraigada en la tradición de la música popular inglesa
2: Desde los primeros compases se insinúa el sonido característico de un enjambre, representado por el efecto conjunto de cuerdas y alientos simulando el zumbido propio de un avispero
El árbol de la vida, del compositor uruguayo Hebert Vázquez (1963), escrita entre el 2014 y 2015, se encuentra cimentada en el libro Iniciación, de Elisabeth Haich, quien mediante las enseñanzas de Ptahotep, maestro del Antiguo Egipto, y la toma de consciencia de vidas pasadas, compara la filosofía de la vida con la morfología de un árbol. Con tal conjetura, Hebert Vázquez compuso su obra siguiendo la línea de la premisa de Haich: un árbol da frutos buenos y da frutos malos, sin embargo ambos corren por el mismo camino vital. La obra se estrenó el 26 de septiembre del 2015, en la Ciudad de México, por el guitarrista mexicano Pablo Garibay, a quien fuera dedicada.
1: Hebert Vázquez interpreta el texto de esta manera: “El mundo material es como un árbol de la muerte: el árbol del conocimiento del bien y el mal, así como el Dios que mora en su interior es el árbol de la vida que vive en todo lo creado.”
2: La estructura de la obra se compone por dos elementos sonoros que simbolizan El árbol de la vida: el primero orientado a los choques armónicos entre los motivos desarrollados por la guitarra en contraste con los demás instrumentos, en tanto el segundo evoca el folclor mexicano, con los ecos del son veracruzano El cascabel.
A finales de 1900 y principios de 1901, Frederick Delius (1862-1934) compuso su ópera La Villa de Romeo y Julieta, inspirada en el clásico romántico de William Shakespeare. La pieza expone de una forma madura el lenguaje musical y la visión personal del autor, evocando la franqueza de la pasión. En 1906, Delius decidió introducir un interludio entre los escenas V y VI de la ópera, al que tituló El camino al jardín del paraíso, para complementar la historia de los trágicos amantes. Este Interludio ha encontrado su camino por sí solo en las salas de concierto.
La pieza inicia con el corno y el fagot presentando un tema cálido, después retomado por el corno inglés e intensificado por otros instrumentos de aliento
A mediados del siglo XIX y principios del XX, era común que habitantes del norte de Europa emigraran a los países del sur por las bajas temperaturas que dominaban en sus países de origen, convirtiéndose así España e Italia en albergue temporal o permanente para muchos artistas. Alguien que supo sacar provecho de esta situación fue el compositor inglés Edward Elgar (1857-1934), el cual no solo buscaba refugio del frío, sino un lugar que lo inspirara para escribir una sinfonía. Recorrió un largo camino antes de encontrar un escenario que lo sedujera para componer una pieza de gran magnitud, y no fue sino hasta su paso por la villa de Alassio, en 1903, que decidió escribir el poema sinfónico En el Sur, evocando su estadía en esta localidad italiana.
Italia fue musa para que otros compositores concibieran grandes obras, como fue el caso con la Sinfonía No. 4 de Felix Mendelssohn, Italiana, y el poema sinfónico Desde Italia, de Richard Strauss
Las imágenes de la pieza de Elgar se caracterizan por su fácil cambio de humor y colorida orquestación