Celebrando a Bernstein
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Leonard Bernstein: Obertura Candide, y Sinfonía No. 2, La Edad de la Ansiedad
Una de las figuras más representativas de la música sinfónica del siglo XX fue sin duda el compositor, director y pianista norteamericano Leonard Bernstein (1918-1990). Formado bajo la influencia de grandes figuras de su tiempo, como Aaron Copland, Dimitri Mitropoulos y Serge Koussevitzky, desde los inicios de su carrera fue afecto a aproximar la música de concierto a otros géneros y tipos de público, lo que lo condujo a incursionar en la música de cine y teatro y a realizar memorables series de programas didácticos para la TV.
*La literatura fue para Bernstein una importante fuente de inspiración para la composición
En su vasta producción musical incursionó también en la ópera, el ballet, el cine y la comedia musical. A este último género pertenece Candide, obra basada en la novela satírica homónima de Voltaire, una de las novelas clásicas más importantes de la literatura francesa. La dramaturga norteamericana Lillian Hellman escribió una adaptación basada en la obra de Voltaire y musicalizada por Bernstein, estrenada en 1956 con una fría recepción del público. Más adelante Bernstein revisó la obra y en 1973 se reestrenó, con un libreto más moderno y una coreografía novedosa. Candide fue entonces ovacionada al grado de ser considerada por la crítica de Nueva York como la mejor comedía musical del año.
*El carácter ingenioso de Bersntein logró atraer a un público variado, que comprendió desde jóvenes neófitos hasta melómanos cultos
Fue también el arte literario el que inspiró a Bernstein para crear la que sería su Sinfonía No. 2. Después de leer el poema The Age of Anxiety: A Baroque Eclogue del escritor inglés W.H. Auden, Bersntein quedó tan impactado que decidió componer una pieza que evocara el tema principal del poema: la búsqueda de la fe perdida en la soledad humana. La obra, para piano solista y orquesta, está fragmentada en varias secciones, correspondientes a la estructura original del poema de Auden. Se estrenó el 8 de abril de 1949 por la Orquesta Sinfónica de Boston, bajo la batuta de Serge Koussevitzky, a quién fuera dedicada. Bernstein realizó en 1965 una revisión de la obra, presentándola ese mismo año con la Orquesta Filarmónica de Nueva York.
*Bernstein concebía el poema de Auden como “uno de los ejemplos más demoledores de virtuosismo puro en la historia de la poesía inglesa”
* La Sinfonía No. 2 adquiere una esencia casi compulsiva, con ecos de Stravinsky, Prokofiev y Copland
Entre las diversas preferencias musicales de Bernstein, destaca su gusto por la música de Jean Sibelius (1865 –1957), de quien grabó el ciclo completo de sus siete sinfonías. La Sinfonía No. 7 (1924) discurre en un solo movimiento, en una forma del todo original: su elemento de unidad orgánica radica en la tonalidad de do (los pasajes importantes de la obra están escritos en do mayor o en do menor), y la variedad se logra mediante un cambio de tempo constante y de abundantes contrastes entre los modos mayor y menor y en la articulación y textura orquestales. Después de su Séptima Sinfonía, SIbelius logró completar apenas una sola obra relevante, el poema sinfónica Tapiola (1926), y a partir de entonces cayó en un extraño silencio que lo envolvería hasta su muerte, treinta años después, a la edad de 91 años.
*Sibelius intentó componer una Sinfonía No. 8, sin embargo su trabajo no le satisfizo y hacia 1945 decidió incinerar en su chimenea todos los manuscritos. “Si no puedo escribir una sinfonía mejor que mi Séptima, ésta será la última”, llegó a decir a sus amigos