Lavista / Piazzolla / Enríquez 18/05/22
¡Buenas noches!
El programa 16 de esta primera temporada de conciertos 2022, se engalana con las obras de los mexicanos Mario Lavista, Gina Enríquez y el argentino Astor Piazzolla. Esta combinación de propuestas sonoras entreteje un programa que da muestra de una pequeña parte de la estética sonora desarrollada en Latinoamérica a partir de la segunda mitad del siglo XX y hasta la actualidad. La relevancia, no solamente musical, sino también cultural y social de estos tres compositores los hace figuras notables y vanguardistas en sus respectivas épocas. Dejemos a nuestros sentidos disfrutar de la variada gama de sonoridades, timbres y ritmos que nos ofrece esta noche la Orquesta Sinfónica de Xalapa.
Se diría que la música es una sustancia, compuesta de tiempo y de sonidos, que encierra una verdad que no puede ser dicha: sólo puede ser escuchada.
Mario Lavista
Referir la figura de Mario Lavista (1943-2021), es apuntar a una de las personalidades con mayor relevancia cultural en México a partir de la segunda mitad del siglo XX. Músico, compositor, ensayista y pedagogo representa un legado fundamental para la música mexicana de concierto; creador de un estilo propio a través de la búsqueda de posibilidades técnicas y expresivas. Fue acreedor de distintos premios y reconocimientos, miembro de la Academia de Artes y en 1998 ingresa al Colegio Nacional de México.
Divulgador, ensayista, apasionado lector, fue fundador en 1982 y director de la revista Pauta. Cuadernos de teoría y crítica musical. Mario Lavista buscaba en este espacio la difusión y discusión de la música en relación con otras disciplinas artísticas.
La docencia fue parte primordial de su quehacer habitual. Formó parte del taller de composición que creó Carlos Chávez (1899-1978) en el Conservatorio Nacional de México en el año de 1960. Posteriormente fue profesor de composición de esta misma institución, por donde pasaron muchos de los compositores mexicanos más relevantes de la escena musical mexicana contemporánea.
Amante de la poesía, de la pintura, el cine y la danza, siempre mantuvo relación con artistas nacionales e internacionales de distintas disciplinas, por mencionar algunos, colaboró con las coreógrafas Guillermina Bravo (1920-2103) y Gloria Contreras (1934-2015), con el cineasta, guionista y productor Nicolás Echevarría (1947), compuso obras a partir de textos de José Emilio Pacheco (1939-2014) y Octavio Paz (1914-1998), entre muchos otros. Su producción creativa abordó una amplia gama de estilos compositivos, su catálogo de obras incluye música orquestal, coral, música de cámara, instrumento solo, música electrónica y electroacústica, música para escena, televisión, documentales y música para cine.
Esta noche vamos a escuchar en la primera parte del concierto dos obras que fueron compuestas durante la década de los años noventa, que reflejan su interés y gusto por la música antigua (finales del medioevo y renacimiento) y la música religiosa.
Lacrymosa, a la memoria de Gerhart Muench (1992)
Esta obra fúnebre de paso sereno y de texturas profundas, utiliza una dotación instrumental que resalta el uso de dos grupos de la sección de cuerdas, una sección de alientos donde sobresale el uso del registro grave con un fagot, un contrafagot y cuatro trombones tenor, además de un clarinete en sib y un oboe. En la sección de percusiones es relevante el uso mantenido de dos bombos, que complementa con un tam-tam, dos campanas tubulares y un timbal que aparece esporádicamente hacia el final de la obra. Anteriormente, había explorado parte de esta combinación tímbrica con el uso de dos bombos, las campanas tubulares y el fagot en otra obra fúnebre, Responsorio in memoriam Rodolfo Halffter compuesta en 1988.
En la partitura orquestal podemos leer que esta pieza fue escrita por encargo de la Orquesta Sinfónica de Minería. Además, expone un esquema de colocación de la orquesta como parte de la propia composición y así vincular el uso del espacio con el efecto expresivo que buscaba tímbricamente. “Lavista intento? recrear los resultados sonoros de una catedral go?tica, incluso en el contexto de una sala de conciertos, al aislar una pequen?a orquesta de cuerdas detra?s del ensamble principal con el propo?sito de proveerle de fondos armo?nicos.”
Al inicio de la partitura se encuentra un epígrafe escrito por el poeta español Jorge Manríque (c. 1440-1479) que dice lo siguiente:
“Nuestras vidas son los ri?os que van a dar en la mar que es el morir.”
Danza Isorrítmica (1996)
Esta obra compuesta para cuatro percusionistas fue dedicada a Tambuco, Ensamble de Percusiones de México. Cada percusionista dentro de su set instrumental cuenta con un par de congas, 1 tom-tom, bongos y gongs tailandeses, además de algunos otros instrumentos que personalizan a cada percusionista.
La Isorritmia en la composición refiere a un componente estructural básico a través de la repetición de un esquema rítmico o melódico característico, haciendo uso de transformaciones, aumentaciones y disminuciones de los valores rítmicos. Esta técnica fue empleada por compositores de los siglos XIII al XV, principalmente.
Esta pieza en forma de canon a cuatro voces se desarrolla a través de un patrón rítmico, sus repeticiones, variaciones y transformaciones a través de desplazamientos, jugando con el timbre, la dinámica y la agógica.
Las cuatro estaciones porteñas
Durante el mes de marzo de 2021 un acontecimiento importante sucedió en la ciudad de Buenos Aires, el emblemático Teatro Colón reabrió sus puertas después de un año de haber estado cerrado al público por las restricciones debido al Covid 19. El regreso no pudo ser mejor, un mes completo celebrando el centenario del nacimiento del compositor argentino Astor Piazzolla (1921-1992) con el ciclo de conciertos Piazzolla 100 años en el Teatro Colón.
La fundación Astor Piazzolla también llevó a cabo la celebración titulada Piazzolla 100, ¡cien años, cien celebraciones!, se unieron a esta fiesta musical distintas ciudades como Berlín , Londres, Río de Janeiro, Nueva York, Seul, Bueno Aires, entre muchas otras.
En México se llevó a cabo del 31 de mayo al 4 de junio de 2021 una serie de actividades como conversatorios y transmisiones especiales de conciertos. Esta noche tendremos el placer de continuar esta celebración escuchando Las Cuatro Estaciones Porteñas.
Durante la década de los años sesenta, Piazzolla regresa a Buenos Aires después de haber vivido de nuevo en Nueva York y posterior a la muerte de su padre. La cultura musical durante esta década en Argentina era cambiante y el tango reñía con las hibridaciones y las influencias de otros géneros “extranjeros” que surgían con fuerza. En este escenario, Piazzolla, proveniente de la cultura del tango pero formado con otras influencias como el jazz y sus estudios formales de música académica, lo llevan a posicionarse como exponente de un lenguaje musical propio llamado Nuevo Tango o Tango de Vanguardia, pero también, es criticado y atacado por los defensores del tango tradicional. En este periodo crea su nueva agrupación el Quinteto Nuevo Tango. Esta agrupación fue un parteaguas importante para su propuesta compositiva a partir de la década de los años sesenta.
Al final de este periodo comienza sus colaboraciones con el escritor y poeta uruguayo nacionalizado argentino Horacio Ferrer (1933-2104), de esta asociación surge la operita María de Buenos Aires (1968) y las canciones Chiquilín de Bachín (1968) y Balada para un loco (1969) entre muchas más colaboraciones.
Algunos datos ya conocidos acerca de Las cuatros estaciones porteñas y que vale la pena recordar es que fueron compuestas entre 1965 y 1970 como cuatro composiciones separadas en el estilo de Nuevo Tango y para la dotación de su Quinteto Tango Nuevo, para violín, piano, guitarra eléctrica, contrabajo y bandoneón.
Verano porteño lo compone en 1965 como música incidental de la obra de teatro Melenita de oro de Alberto Rodríguez Muñoz. Otoño porteño es compuesta en 1969 y Primavera e Invierno porteño fueron compuestas en 1970.
El 19 de mayo de 1970 se estrena la obra en vivo interpretándose por primera vez como una suite completa, este concierto resultó en la grabación de un disco, celebrando el décimo aniversario de su quinteto en el teatro Regina de Buenos Aires.
Se han realizado una gran cantidad de arreglos y transcripciones de esta obra con distintos formatos instrumentales, entre ellos los del violonchelista José Bragato (1915-2017) que formó parte del Conjunto 9 de Piazzolla, (una extensión del Quinteto Tango Nuevo).
Esta noche escucharemos la versión del compositor ruso Leonid Desyatnikov (1955).
El violinista Letón Gidon Kremer (1947) comisionó a Desyatnikov la adaptación de la obra de Piazolla para violín solista y orquesta de cuerdas. La grabación de esta versión sale al mercado en el año 2000 con el título Eight Seasons Gidon kremer/ Kremerata Báltica, donde se registraron Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi (1678-1741) y Las cuatro estaciones porteñas de Piazzolla con el arreglo comisionado a Desyatnikov. Los cambios estructurales en este arreglo son evidentes al escuchar las citas de pasajes de la obra de Vivaldi interviniendo la composición de A. Piazzolla.
Tango (2001)
Por segunda ocasión, en esta primera temporada de conciertos escucharemos una obra de la compositora y directora de orquesta Gina Enríquez (1954), el pasado mes de febrero pudimos escuchar Claro de Luna (2009) y en esta ocasión escucharemos Tango, con esta pieza la Mtra. Enríquez se ubica entre otros compositores de música académica como Erik Satie (1866-1925), Igor Stravinsky (1882-1971), Darius Milhaud (1892-1974) y Kurt Weill (1900-1950) entre otros, que han elegido este género musical para desarrollar su expresividad compositiva.
La trayectoria de la Maestra Enríquez no implica únicamente su desarrollo como una de las directoras de orquesta más activas del país y una compositora que se ha logrado posicionar en el gusto de distintas orquestas a nivel nacional e internacional. Ha sido una incansable luchadora por la equidad de género en el medio artístico musical, ejemplo de esto es la Asociación Mujeres Pro Música A.C. y la fundación de la Orquesta Sinfónica de Mujeres del Nuevo Milenio en el año 2003, proyecto que no tuvo continuidad por falta de apoyo.
Su relación y preocupación con el medio ambiente es otra faceta con la que la compositora se identifica, su música implica esa reflexión acerca del cuidado del mundo y la crisis planetaria, como ejemplo podemos mencionar el poema sinfónico Marfil (2011) basado en una pintura del pintor David Shepherd y que refiere la caza ilegal de los elefantes.
En el año 2010 la Orquesta sinfónica del Instituto Politécnico Nacional en el volumen IX de la colección Sirenas: Mujeres en la Música Sinfónica Mexicana, bajo la dirección de la Mtra. Gabriela Díaz Alatriste, grabaron sus obras Fantasía en Jazz (2009) y Tango que tendremos el gusto de escuchar esta noche para finalizar este concierto.
Tango fue estrenada mundialmente en el año 2001 con la Orquesta Sinfo?nica de la Universidad Auto?noma de Hidalgo bajo la batuta de la compositora. El estreno internacional estuvo a cargo de la First Unitarian Society Orchestra en Minneapolis, Minnesota, bajo la direccio?n de Gabriela Di?az Alatriste. Varias orquestas han incluído esta pieza como parte de sus temporadas de concierto.
En el an?o 2018, la Orquesta Filarmo?nica 5 de Mayo (actualmente Orquesta Sinfo?nica de Puebla), bajo la direccio?n del maestro Fernando Lozano, grabo? Tango en el fonograma Marfil que contiene seis obras sinfo?nicas de la maestra Gina Enri?quez.
La propia compositora nos menciona que su pieza está inspirada en Astor Piazzolla, evocando algunos clichés del compositor argentino. En una mezcla de tango y jazz, logro? una obra de gran emotividad y sencillez.
Esperamos que sus corazones dancen esta noche al compás de la nostalgia tanguera y se inunden de esta gama tímbrica y rítmica que nos ofrece la Orquesta Sinfónica de Xalapa.
Mtra. Rosa Arisbe Martínez Cabrera, Facultad de Música, Universidad Veracruzana