Moncayo / Françaix / Chávez 09/09/22
Rey Alejandro Conde Valdivia | Tlaqná
Tierra de temporal - José Pablo Moncayo / Concierto para Clarinete - Jean Françaix / Suite de Caballos de Vapor - Carlos Chávez
Nacionalismo con sentido universal y Neoclasicismo
Tierra de Temporal, José Pablo Moncayo
En estos tiempos la figura de José Pablo Moncayo, afortunadamente, ha rebasado a su Huapango, debido a su gran calidad como compositor. Escribió obras tan bien logradas en todos los aspectos, como el formal, armónico, timbrito, melódico y rítmico, elementos que hacen que las composiciones del maestro recobren su real dimensión. Moncayo utiliza un lenguaje nacionalista evocativo, sus sonoridades orquestales nos muestran paisajes y sentimientos, esto lo logra con el tratamiento tímbrico de sus melodías y la mezcla de los mismos.
Moncayo fue miembro del Grupo de los Cuatro, que junto con Daniel Ayala, Salvador Contreras y Blas Galindo, se dieron a conocer en 1935 con un concierto realizado en el Teatro Orientación de la SEP. En este programa Moncayo presentó Moderato, Tiempo de danza, Aprisa y ligero, para piano; y Amatzinac, pieza para flauta y cuarteto de cuerdas
Tierra de Temporal fue una obra que ganó el concurso que organizó la Orquesta Sinfónica de México en 1949, para conmemorar el centenario de la muerte de Frederic Chopin y que después Guillermo Arriaga la utilizó para realizar su ballet Zapata, el 10 de agosto de 1953, en el Teatro Nacional Estudio de Bucarest, Rumania. En el tercer programa de la V Temporada Conmemorativa del II centenario de Juan Sebastián Bach de la Orquesta Sinfónica Nacional, realizado el viernes 1 de septiembre de 1950 a las 20:30 horas y repetido el domingo 3, en el Palacio de Bellas Artes, el maestro Luis Herrera de la Fuente, quien escribiera las notas al programa y que era el subdirector de la orquesta, escribe: “Tierra de Temporal es su última obra sinfónica. Fue estrenada bajo su propia dirección por la Orquesta Sinfónica Nacional en un concierto privado que se verificó en el Conservatorio Nacional el pasado mes de junio.” En esta temporada el maestro Mocayo era el titular de la orquesta.
La obra tiene un tema principal que algunos han catalogado como tierno, éste se expone con el color inconfundible del corno inglés, tema de carácter tranquilo. Lo relevante que realiza Moncayo es exponer el tema reiteradamente haciendo crecer la orquestación, llevándolo a un clímax sonoro. El autor expone otro tema en los violines al unísono con las flautas con la característica de una melodía con intervalo de terceras paralelas, este tratamiento es utilizado mucho en la música popular mexicana (llamado terceras rancheras) y como lo comenta Aurelio Tello “[es] la característica de toda Latinoamérica, no solo de México”. Hay una sección sumamente rítmica y de gran brillantez orquestal en pulso binario, remarcando el ritmo con ataques en contratiempo. Una de las riquezas de esta obra es el tratamiento orquestal, que va desde la utilización de toda la orquesta hasta pasajes meramente de cámara, como lo muestra una sección intermedia —algunas versiones la omiten— tal es el caso de las grabaciones de Enrique Diemecke con la Orquesta Sinfónica Nacional de México (1993) y de Fernando Lozano con la Orquesta de la Radio de Leipzig (1996) (esta versión tiene que ver con la presentación de la coreorafía); al parecer la única versión completa es la de Sergio Cárdenas con la Orquesta Sinfónica Nacional (México) grabada en 1980 y editada en 1995. Esta sección presenta los temas anteriores pero con espíritu de calma en el que combina los pasajes camerísticos con una sección de orquesta completa. La obra termina con la exposición del tema principal y la reiteración del mismo con un tratamiento que lo hace grandioso. Tierra de Temporal nos muestra un compositor situado en la época del nacionalismo y su lenguaje es el de crear atmósferas que nos muestran imágenes que podemos situar en nuestro México, sobretodo si la relacionamos con el cuento del mismo nombre del escritor nacido en Zontecomatlán, en la huasteca veracruzana, Gregorio López y Fuentes (1897-1966), quien escribiera con temas de la Revolución Mexicana, aquí un pequeño fragmento:
Ni una nube. Parecía que la estación de calores se iba a prolongar indefinidamente. Un sol tan rojo al nacer como al morir. Un cielo abierto. Los campos secos. Las palomas, gimiendo bajos los matorrales.
La idea salvadora surgió de pronto y sin saberse en boca de quien:
- Vayamos al pueblo para pedir que nos presten uno de los santos más milagrosos. Hace años, cuando se necesitaba la lluvia, así lo hacían quienes eran más creyentes que nosotros.
- Es verdad: traían un santo y lo paseaban por los campos de labor en demanda de lluvia.
Esta noche escucharemos la versión completa de Tierra de temporal.
Concierto para clarinete, Jean René Désiré François
Se trata de una obra virtuosa del siglo pasado, cuyo compositor —nacido en Le Mans (1912-1997)— dedica al director de orquesta Fernand Oubradous, que también fue maestro de música de cámara en el Conservatorio de París y fagotista de la ópera de la misma ciudad. Se estreno el 20 de julio de 1968 con el clarinetista francés Jaques Lanelot. El concierto tiene características de Neoclasicismo, utilizando la forma sonata en su estructura del primer movimiento. El segundo movimiento que es un scherzo, mantiene esta forma, como lo marca una sinfonía —tal vez los más recordados son los de las sinfonías de Beethoven— con su primera parte, segunda y la repetición de la primera. El tercero se caracteriza por melodías largas interpretadas por el solista y otros instrumentos de aliento, teniendo un acompañamiento que utiliza menos orquesta, pero con la muestra de virtuosismo usando escalas y arpegios veloces. El cuarto movimiento tiene la forma de un rondó, es decir una parte que se repite, intercalada con dos temas distintos Tema A – Tema B – Tema A – Tema C – Tema A. Un rondó es como una rueda que sigue repitiendo el tema A. Agrego aquí las palabras del autor acerca de su concierto:
Este concierto es, o al menos eso espero, divertido de escuchar. Es una especie de exhibición de acrobacias aéreas para el oído, con ondas, giros de ala y caídas en picado que son bastante aterradoras para el solista, que necesita tener un buen estómago y varios miles de horas de vuelo en su haber. Debo decir que el pobre solista ha recibido de todo, incluido un movimiento lento lleno de frases con gran encanto, pero con poco tiempo para respirar, algo así como un largo planeo en un avión que está constantemente a punto de quedar inmóvil. Finalmente, el piloto vuelve a poner en marcha sus ruidosos motores, pero permanece despreocupado hasta el punto de cambiar su gorra militar por la peluca giratoria de un payaso.
Como en los conciertos clásicos, el uso de cadencias del solista se reflejan en este concierto. Esto me recuerda a los conciertos de Wolfgang Amadeus Mozart, que en sus rondós tiene varias cadencias, este es el caso de este último movimiento que incluye dos cadencias, en las que el solista expone sus habilidades musicales y técnicas. Si bien es cierto que el autor lo nombra como concierto, yo considero que es como una sinfonía concertante, por la gran intervención de los solistas de alientos, ejecutando pasajes también virtuosos, que hacen un diálogo entre la orquesta y el solista. El compositor recibió varios reconocimientos, cito solo algunos: Grand Prix du Disque para música de cámara en 1954, también como compositor e interprete en 1965, el Prix Arthur Honegger en 1992 y el Grand Prix SACEM de música sinfónica en 1992.
H.P. Caballos de Vapor, Carlos Chávez
Con la firma de la Constitución Mexicana de 1917 comienza el final de la Revolución, y así varios movimientos políticos y culturales se van conformando para darle al país una identidad nacionalista. Uno de los intelectuales más connotados de ese tiempo es nombrado Secretario de Educación, José Vasconcelos, que además de generar una ideología posrevolucionaria de arte y de educación, también promueve una visión de América unida, como también lo hiciera y lo plasmara en sus memorias Fray Servando Teresa de Mier (1765- 1827), cuando formó parte de las Cortes de Cádiz.
Vasconcelos, junto con otros intelectuales y artistas generan su visión para una unidad posrevolucionaria, Chávez, entre ellos, la plantea en su Carta abierta a la juventud:
La Revolución Mexicana ha colocado las bases de una nueva conciencia nacional; la civilización precortesiana y la europea, que se consideraron excluyentes durante siglos, ahora arrojan, en la presente revolución y como saldo magnífico, el fruto de la expresión artística de la raza nueva. (1)
Creo que este es el inicio de la búsqueda de su voz compositiva, objetando la creación de las formas románticas utilizadas por la generación de fines del XIX e inicios del XX, aunque los lenguajes de Manuel M. Ponce, José Rolón y Julián Carrillo, entre otros compositores contemporáneos, también estaban en la búsqueda de un lenguaje nacional con características de la vanguardia centroeuropea, solo que Chávez se colocaba abiertamente como uno de los precursores de la nueva política cultural. Chávez es el orquestador de la música en México y de América, creando lazos de compositores del continente mediante conciertos en Estados Unidos y México.
Aunado a la ideología de unión americana, Carlos Chávez la promueve de manera distinta a Vasconcelos, él mantiene contacto constante con algunos compositores del continente, algunas colaboraciones consistían en interpretar las obras de ellos, tal es el caso de Amadeo Roldán que en su misiva del 19 de diciembre de 1931 dirigida a Chávez, dice al inicio: “Fácilmente se puede explicar la alegría que he recibido al llegarme los recortes de crítica de esa ciudad, publicados sobre la ejecución de mi Rebambaramba por su orquesta. (2)” La suite de la Rebambaramba se ejecutó por primera vez en México el 8 de noviembre de 1929 por la Sinfónica de México dirigiendo Silvestre Revueltas, y el 13 de noviembre de 1931 bajo la dirección de Chávez.
El interés del compositor mexicano por crear música para ballet se ve reflejada en la lista siguiente:
El fuego nuevo (1921)
Los cuatro soles (1925)
H.P. Caballos de vapor, (1926 - 1932)
La hija de Cólquide (1943)
Pirámide (1968)
Ballet de pantomima (1924), propuesta por Miguel Covarrubias a Charles Chaplin.
Existen otras obras de Chávez que fueron utilizadas para coreografía, aunque no fueron concebidas como tal:
Obertura Republicana (1935), se utilizó como coreografía con el nombre de Chapultepec en 1947, los decorados fueron realizados por José Clemante Orozco.
Sinfonía India (1935), la coreografía la realizó Amalia Hernández, por parte de la Academia Nacional de la Danza en 1949, los decorados fueron de José Clemente Orozco.
Sinfonía Antígona (1951), la coreografía fue de José Limón, por parte de la Academia Nacional de la Danza en 1949, los decorados fueron realizados por Miguel Covarrubias, tiene un prefacio de Salvador Novo.
Tocata, para percusiones (1952), con coreografía de Xavier Francis, de la Academia Nacional de la Danza en 1949, el trabajo de los decorados fue realizado por Miguel Covarrubias.
Esta lista demuestra el interés de Chávez hacia las artes escénicas y las colaboraciones con los más reconocidos artistas de esa época, por otra parte, vemos un especial interés de los coreógrafos por interpretar obras que no fueron pensadas para tal motivo. (Sería recomendable realizar un estudio acerca de las características musicales que promovieron su uso para el ballet).
H.P. es una obra que se escribió en dos partes y con algunas adecuaciones. Primero fue compuesto el cuarto movimiento de este concepto general (en ese mismo año se estaba escribiendo Los cuatro soles). Este movimiento se presentó en un concierto de la International Composers’Guild el 28 de noviembre de 1926 bajo la dirección de Eugene Goossens, en el Aeolian Hall de Nueva York, en versión para pequeña orquesta. Los demás movimientos se escribieron durante los 5 años siguientes, finalmente el ballet, con sus cuatro movimientos, se estrenó en la ciudad de México con la Orquesta Sinfónica de México el 4 de diciembre en 1931.
El estreno en Estados Unidos lo realizaría Leopold Stokowsky, ambos compositores tendrían su primer contacto por escrito en 1930. Frances Flynn Paine, propietaria de Mexican Arts Corporation ubicada en la ciudad de Nueva York, le comentó a Chávez que Stokowsky estaría interesado en dirigir su ballet en el ámbito de una exposición en el Museo de Arte Moderno de NY, posteriormente la señora Clara R. Reis le escribe que Stokowsky irá a México entre el 9 o 10 de enero del siguiente año, así que ambos compositores ya inician planes para conocerse, Stokowsky le escribe a Chávez el 20 de diciembre de 1930 comunicando:
Arribaré a la ciudad de México por el 18 de enero, podría conducir una obra con su orquesta. Si así fuera sugiera música que más pudiera interesar al público. Si es necesario podría llevar música. Los más amistosos saludos de su colega. (3)
Tras diversas propuestas de programación para incluirlo como director huésped de la Orquesta Sinfónica de México, en alguna de ellas también estaba incluido a dirigir Silvestre Revueltas, se concretaron dos programas, en el primero, realizado el 24 de enero en el Teatro Arbeu, se ejecutó la obertura de los Maestros Cantores y el Preludio de Lohengrin de Richard Wagner y en el segundo, realizado el 1 de febrero en el Castillo de Chapultepec, condujo la obertura Leonora nº 3 de Ludwig van Beethoven.
La puesta en escena de H.P. se llevó a cabo el 21 de marzo de 1932 con la Orquesta de Filadelfia bajo la dirección de Stokowsky, con la escenografía y vestuario de Diego Rivera, la coreografía estuvo a cargo de Catherine Littlefield. Entre los asistentes al estreno estuvieron Aaron Copland, George Gershwin, Diego Rivera y Frida Kahlo, esta última al referirse a la coreografía escribió a un amigo: “… y cuando tenían que bailar la Zandunga, parecía que tenían plomo en vez de sangre. En resumen, una pura y total cochinada. (4)” Las críticas fueron diversas, a favor y en contra de los elementos del ballet, pero todas le daban el crédito al director musical por su ímpetu y guía como concertador.
Caballos de Vapor es una obra que relaciona el norte con el sur de América, también es la inclusión ideológica de México en la modernidad y asimismo, Chávez, se coloca como el compositor modernista ante los ojos del mundo.
La Suite de Caballos de Vapor tiene tres movimientos y es la que se interpreta frecuentemente, su edición data de 1958 con la orquestación de 1954:
I.- Danza del hombre (Dance of the Man), Allegro.
II.- Barco hacia el trópico (Boat to the Tropics), Danza ágil, Vivo – Tango, Molto lento, - Interludio.
III.- El Trópico (The Tropics), Tempo di Huapango – Tempo di Sandunga.
Chávez, utiliza, en cierto sentido, la técnica de composición que realiza Ponce. Éste toma canciones populares como “Acuérdate de mí”, las cuales ya van generando una identidad mexicana y las expone con un lenguaje armónico del Romanticismo europeo, es decir, toma un elemento nacional y lo transforma en un elemento universal. En el caso de Chávez, este utiliza pasajes que tienen un “color” mexicano y lo convierte en sonido universal.
La utilización del pasaje del inicio de la obra con las trompetas en terceras paralelas asemejan los pasajes del mariachi en las canciones de la zona del bajío de la República Mexicana.
A continuación transcribo un fragmento de la nota realizada por Francisco Agea, del programa de la Orquesta Sinfónica de México de la XXI Temporada realizada en el Palacio de Bellas Artes de 1948:
Danza del Hombre.- Representa al hombre en su aspecto creador y dueño de sus capacidades de acción, imaginación y sentimiento.
El Barco.- Un barco en alta mar simbolizando el comercio entre el Norte y Sur. Una Danza Gimnástica de los marineros, que denota vigor, actividad, fuerza física. Las sirenas de los mares tropicales, seguidas por su séquito de peces, se acercan al barco, expresando abandono, sensualidad, seducción (Tango).
El Trópico. (Huapango y Zandunga).- Un barco en un puerto del trópico. Calor y luz. Plenitud de la tierra y frutos en abundancia. Paz, quietud, colorido exótico. Una brisa ligera hace estremecerse a los árboles. Los frutos se animan gradualmente al pasar los nativos vendiendo sus productos; los marineros del barco llegan a tomar su cargamento de fruta. La escena se hace cada ves más animada, conforme la última danza describe el embarque de los frutos en el navío.
H.P. Caballos de Vapor, Sinfonía de Baile, contiene elementos de unión americana y elementos del nacionalismo imaginario, proyecta en su inicio intervalos que intentan reflejar una imagen sonora de las máquinas, de las producciones en masa de un capitalismo del norte de América. Así, Chávez se va consolidando como el gran gestor de América.
1 Carta abierta a la juventud, Carlos Chávez. Escritos periodísticos 1916-1939. El colegio nacional. p. 153.
2 Epistolario selecto de Carlos Chávez, Gloria Carmona, ed. pp. 129-130.
3 Carmona, op. cit., p115.
4 Robert Parker, Trece panoramas en torno a Carlos Chávez, p. 57.
Maestro Rey Alejandro Conde Valdivia
Director de Grupos Artísticos de la DGDC UV