Moncayo / Lavalle 23/09/22

Paola Ollivier | Xalapa
Bosques - José Pablo Moncayo / Adagio para cuerdas - Armando Lavalle

Impresionismo mexicano
Bosques, José Pablo Moncayo

Nació en la Ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 29 de junio de 1912. A la edad de 15 años se traslada a la Ciudad de México con su familia, dos años después ingresa al Conservatorio Nacional de Música, institución en la que estudió piano con Eduardo Hernández Moncada, armonía con Candelario Huízar y composición con Carlos Chávez.
Gran compositor representante del nacionalismo musical mexicano del siglo XX, formó junto con Blas Galindo, Daniel Ayala y Salvador Contreras el Grupo de los Cuatro, todos discípulos del compositor nacionalista Carlos Chávez. El propósito de este grupo era difundir sus obras en conciertos y fomentar la música mexicana. Hay una anécdota que cuenta que Moncayo llegaba a referirse a sí mismo como José Pablo Huapango, con un cierto tinte de tristeza y sarcasmo, ya que hasta el día de hoy el resto de su gran legado musical sigue bajo el eclipse de esa obra sinfónica que le dio la fama, considerado el segundo himno nacional mexicano, en el que integra ritmos tradicionales del huapango y cita tres sones veracruzanos.
Sin embargo, en su amplio catálogo realizado entre 1931 y 1958, se encuentran obras de más complejidad compositiva, para dúos instrumentales, tríos, quintetos, sextetos, orquesta de cámara, piano, canto y de diversos géneros: música para cine, programática, piezas sinfónicas, obras corales, ballet y ópera.
Bosques, la obra maestra que escucharemos en este concierto, fue compuesta en el año 1954, en ella se mezclan el nacionalismo mexicano y el impresionismo europeo, al leer el título podemos pensar en música programática, que tiene como objetivo evocar imágenes, escenas, sentimientos o cosas intangibles que percibimos por otros sentidos, como aromas, sabores o texturas. Y en efecto, en este poema sinfónico, nos describe con una destreza ideal los parajes de un parque encantado, además de los sentidos que puede despertar en cada persona la naturaleza de esos lares. Tenemos la oportunidad de saber que bosque inspiró la realización de esta emotiva y cautivadora obra, gracias a un relato del director y compositor Sergio Cárdenas:
Por aquellos años, Clara, la viuda de Moncayo, me contó que su marido visitó con frecuencia el Parque Nacional de La Marquesa cuando se encontraba componiendo este cautivador poema sinfónico. No tengo porqué dudar de esta información: escuchando Bosques podemos corroborar que así fue: el espíritu de la entereza, vitalidad y serenidad de la vegetación, tan seductora, de ese hermoso parque, “amenizada” por el canto de las aves que allí radican o visitan, está manifestado de manera plena, directa y sensible en Bosques, de José Pablo Moncayo.
Si algún día se llegan a encontrar en estos mágicos paisajes podrán por un momento experimentar parte de lo que nuestro compositor sintió en los días que recorría ese bello bosque de coníferas, rodeado por pinos oyameles, flores y aves encantados por el río y sus cascadas, hogar de los patos que radican esta hermosa zona boscosa. Experiencia que dió fruto a su última obra orquestal, que nos evoca esos bellos paisajes.
Ahora, mientras escuchan Bosques, los invitamos a imaginar como podría lucir este bosque hechizado, y a transportarse a ese momento conmovedor.

Dodecafonismo mexicano
Adagio para cuerdas, Armando Lavalle

Nacido en el año 1924 en Ocotlán, Jalisco, aunque muchos lo reconocen como veracruzano (esto puede deberse a la huella especial que dejó en la ciudad de Xalapa, ya que su actividad como catedrático de la Universidad Veracruzana fue muy importante en el siglo pasado). También desempeñó un gran papel como maestro en diferentes conservatorios y escuelas de música, así como director y ejecutante en las orquestas más importantes del país, incluyendo a nuestra Orquesta Sinfónica de Xalapa.
Realizó sus estudios de violín en el Conservatorio Nacional de Música con los maestros Joseph Smilovits y Luis G. Saloma. Estudió composición con Bernal Jiménez, Rodolfo Halftter y Silvestre Revueltas, este último que fue su primer maestro siempre lo consideró su alumno predilecto.
Fue un compositor prolífico de gran importancia a mediados del siglo XX, que dejó grandes obras a su paso de diversos estilos.
Desde música clásica de concierto, tradicional mexicana, hasta el dodecafonismo. Esta última técnica de composición concebida hace 101 años por Arnold Schoenberg consiste en un sistema de doce sonidos de la escala cromática occidental de temperamento igual.
Es esta la técnica bajo la que se rige el Adagio para cuerdas de Armando Lavalle, que fue una de sus primeras obras.
Iniciando con un solo de los bajos (cello y contrabajo), tema que reiteran los violines primeros, segundos y las violas, en ese orden, pero cada vez con variaciones tanto en el acompañamiento, como en el ritmo y la melodía.
Variaciones que va integrando hasta convertir a todos los elementos en algo nuevo, pero manteniendo la relación entre cada uno de ellos, para así desarrollar el resto de la obra.
Al escuchar el repertorio de Lavalle, podemos apreciar el gran contraste entre cada una de sus facetas y a la vez la genialidad con la que se desempeña en ellas.

Paola María Ollivier Gutiérrez
Estudiante de la Licenciatura en
Composición, Facultad de Música-UV