Rodríguez / Ravel / Stravinsky 20/01/23

Daniel Acevedo | Tlaqná
MOSAICO MEXICANO / ALBORADA DEL GRACIOSO / SHÉHÉRAZADE, OUVERTURE DE FÉERIE / LA VALSE / EL PÁJARO DE FUEGO, SUITE

Dir. Titular: Martín Lebel
MOSAICO MEXICANO (1999)
Arturo Rodríguez (Monterrey N. L., 1976)
Compuesta en 1999 y siendo ésta su primera pieza sinfónica es la más conocida de las partituras del autor; se trata de una obra que, como su nombre lo indica (mosaico), es una combinación de diversos fragmentos de canciones o piezas musicales que forman un todo. El principio, y la parte final son de un carácter festivo y lúdico, que arropan un extenso y nostálgico interludio. La descripción, en palabras del propio compositor, es la siguiente:
Mosaico mexicano rinde homenaje a los grandes compositores mexicanos de música de concierto de los 40s y 50s, así como a los compositores de la Época de Oro del cine mexicano. Escribí esta pieza cuando aún estaba en la universidad, en el cuarto año de vivir lejos de mi país. ¡Un buen antídoto contra la nostalgia!
Se podría decir que es una obra de concepción similar al famoso Huapango de Moncayo, pero con otra variada gama de colores y estampas que traen a la memoria diversidad de sitios y escenas de México; Rodríguez la ha dedicado “a su país, a su abuelo y al buen tequila. ¡Salud!”
Arturo Rodríguez es un músico diverso que es a la vez, pianista, compositor, arreglista, orquestador y director de orquesta. Ha escrito música para cine, televisión y videojuegos, y sus creaciones orquestales han sido interpretadas por ensambles de México, los Estados Unidos, Uruguay, Chile, Australia y Corea del Sur.

ALBORADA DEL GRACIOSO
Maurice Ravel (Ciboure, Labort 1875 – Paris, 1937)
Varias de las obras del compositor francés Maurice Ravel –ligado a la corriente impresionista–, están escritas con aires de raíces españolas: Habanera, Pavana para una infanta difunta, Rapsodia española, Don Quijote y Dulcinea, el famoso Bolero y “La alborada del gracioso”, que es uno de los movimientos de su suite Miroirs, conformada por cinco piezas breves para piano, escrita entre 1904 y 1905, y originalmente pensada para un ballet titulado Les jardins d'Aranjuez.
Su título ha tenido varias traducciones o interpretaciones como: "Canción matutina del payaso", "El aubade del bufón", y "Canción matutina del bufón". Alborada, quiere decir, literalmente "amanecer", término que posee una amplia variedad de significados musicales: Ya sea como un baile popular animado, una melodía popular gallega, un tipo de música instrumental rítmicamente libre que se toca con gaitas y bombos, una canción para el día de una boda, o como suele interpretarse en el contexto de la pieza de Ravel, un anuncio musical del amanecer. Esto es: una canción del amanecer, el equivalente de una aubade francesa o inglesa. De esa manera, las raíces del término se remontan a la antigua tradición poética en la que, la canción, simbolizaba la despedida de dos amantes al amanecer.
Por otro lado, un “gracioso” corresponde a un personaje de la comedia española, como un bufón o un payaso, parecido a un Don Quijote. En resumidas cuentas, un personaje humorístico.
La pieza fue orquestada a petición de Serguéi Diáguilev, versión que fue estrenada en París el 17 de mayo de 1919, y grabada, por primera vez en 1926, por la Orquesta de la Ópera Estatal de Berlín, dirigida por Otto Klemperer.
La música se inicia de manera tranquila, a medida que se establecen los temas, para luego unirse en lo que el comentarista Eric Bromberger describe como "una gran explosión de sonido, sutilmente teñida por el uso de castañuelas, pandereta, címbalos y arpa de Ravel". Entonces, después de un acorde fortísimo, se introduce el episodio central: una lastimera melodía para fagot solo, que es la canción del payaso.
La música vuelve gradualmente al tempo original, llegando a su conclusión, en lo que los críticos han descrito como “un resplandor de color orquestal”, “un clímax estimulante” y “un gran y glorioso alboroto”.

SHÉHÉRAZADE, OUVERTURE DE FÉERIE (1898)
Maurice Ravel
Aunque de absoluto carácter y estilo Raveliano, al escuchar esta obertura puede uno, en ciertas secciones, percibir ecos Rimski-Korsakovianos. Escrita en 1898, fue publicada por primera vez hasta 1975.
Bajo la dirección del propio compositor, fue interpretada por vez primera el 27 de mayo de 1899 en un concierto de la Société Nationale de Musique, con un acogimiento variado, entre abucheos y aplausos de la audiencia, pero con comentarios poco halagadores por parte de la crítica especializada.
La obertura está construida en apego a la forma clásica, e inicia con una introducción, donde el tema de Scheherezade se presenta primero por un oboe, y luego es repetido por los cornos y las trompetas. Acto seguido viene ya la parte principal de la pieza, que consiste en:
Parte 1: Tema inicial, con desarrollos; tema episódico, que lleva al segundo motivo el cual está inspirado en una melodía persa; conclusión de la Parte 1.
Parte 2: Desarrollo de cuatro temas basados en el tema original, de manera expandida.
Parte 3: Regreso del primer y segundo tema, interpretados de manera simultánea, y vuelta a la introducción a manera de coda.

LA VALSE (1919-1920)
Maurice Ravel
La Valse es un poema sinfónico dramático que fue comisionado al compositor francés por el empresario Serguéi Diáguilev, director de los Ballets Rusos, y cuya versión para piano fue estrenada en abril de 1920 en presencia de otros dos grandes compositores: Igor Stravinski y Francis Poulenc. Se trata de una apoteosis sinfónica del vals vienés, una especie de homenaje a Johann Strauss Jr., siendo el título original de la composición simplemente Wien (Viena).
Como dato curioso, se comenta que Diaghilev afirmó que “Wien era una obra maestra, pero no un ballet.” Razón por la cual Ravel, ofendido, rompió definitivamente con el empresario.
La primera ejecución, en concierto ocurrió el 12 de diciembre de 1921 y está dedicada a Misia Sert, amiga de Ravel.
… Cuando comencé a componer otra vez fue para escribir La Valse, un poema coreográfico cuya idea yo había tenido antes de escribir la Rapsodia española. Mi intención fue hacer una obra que fuera una apoteosis del vals vienés, que en mi imaginación estaba asociado con una especie de danza de derviches, fantástica y fatal. Imaginé este vals bailado en un palacio imperial alrededor de 1855. (Maurice Ravel. Fuente: Juan Arturo Brennan para la Orquesta Sinfónica de Minería)
En conjunto, se trata de una obra que, a la manera del Bolero, es tremendamente sensual, lujuriosa, explosiva, completamente alejada del carácter romántico y dulce del vals de Strauss Jr.
Ravel fue un músico inseguro, que siempre dudó de la calidad de su trabajo, el cual consideraba de menor jerarquía que el de otros de sus contemporáneos. Afortunadamente, el tiempo le ha dado el lugar y el valor que merece en la historia de la música.

EL PÁJARO DE FUEGO, SUITE
Igor Stravinsky (San Petersburgo, Rusia, 1882 / Nueva York, Estados Unidos, 1971)
Igor Stravinsky alcanzó la fama internacional con tres obras destinadas al ballet, mismas que le fueron encargadas por el empresario ruso Sergei Diaghilev, quien en 1909 había estado presente en un concierto de obras de Stravinsky, quedando bien impresionado con el joven músico, de apenas 28 años de edad. Estos tres ballets fueron interpretados por primera vez en París, por la compañía de danza denominada Les Ballets Russes, y se trata de: El pájaro de fuego (coreografía de Michel Fokine, 1910), Petrushka (coreografía de Michel Fokine, 1911), y La consagración de la primavera (coreografía de Vaslav Nijinsky, 1913).
El pájaro de fuego, cuyo título original en francés fue L'Oiseau de feu, tuvo su estreno el 25 de junio de 1910 en la Ópera de París, con gran éxito, tanto del público como de la crítica especializada, convirtiendo a Stravinsky en una celebridad de la noche a la mañana.
Se trata de “un cuento bailado”, en un acto y dos cuadros, con coreografía y libreto de Michel Fokine, basado en varios cuentos populares rusos, con escenografía de Aleksandr Golovín y diseños de vestuario de Golovín y Léon Bakst. Siendo los primeros intérpretes los bailarines: Tamara Karsávina, como el Pájaro de fuego; Vera Fókina como la zarevna; Michel Fokine como el príncipe y Alekséi Bulgákov como el mago Kaschéi (aunque, en otras versiones se menciona a Enrico Cecchetti, como el intérprete de este último personaje).
Al respecto de la oferta para componer esta partitura, en sus memorias Stravinski relata sus impresiones:
Aunque al principio me asusté porque el encargo estaba atado a una fecha determinada y yo, que entonces aún no conocía mis propias fuerzas, temía no poder cumplir con ella, acepté la propuesta. Era muy halagadora para mí. Me habían escogido entre los músicos de mi generación e iba a participar en una empresa importante con personalidades tenidas por sobresalientes en su terreno.
La noche del estreno en París, además del coreógrafo y los bailarines, Stravinsky tuvo que salir varias veces a recibir los aplausos. A partir de entonces, El pájaro de fuego se convirtió en uno de las piezas más populares del repertorio de Les Ballets Rusos, siendo objeto de numerosas reposiciones, de entonces a la fecha.
Una suite es la unión, en una sola obra, de varias piezas musicales de distinto carácter y ritmo, seleccionadas de entre todas las que conforman una obra mayor, haciendo una especie de resumen de la partitura primigenia.
Existen, por lo menos, tres suites dispuestas por el propio Stravinsky, la primera data de 1911 y consta de cinco piezas, la segunda es de 1919 y contiene también cinco partes, y la última, la de 1945 es la más extensa ya que cuenta con diez secciones, y es la que se interpretará en esta ocasión.