Camino / Ortiz / Revuletas 15/09/23
Alfonso Colorado | Tlaqná
Obertura Al Amanecer / Concierto Candela / La Noche De Los Mayas
Música debate de la tradición cultural
Oír cada semana a una orquesta sinfónica en una sala de conciertos durante una temporada completa es, desde luego, una experiencia estética extraordinaria pero si la música es tan importante e influyente es porque tiene, también, otro tipo de implicaciones.
Una de sus grandes tradiciones ha sido la representación de la Naturaleza. El amanecer aparece lo mismo en la sinfonía La mañana (1760) de Haydn hasta en “Desde el amanecer hasta el mediodía en el mar”, en El mar (1905) de Debussy. A esta tradición se suma el compositor mexicano Xavier Camino (1964) cuya obertura Al amanecer (2006) la escribió mientras realizaba sus estudios de maestría en la Universidad Laval (Québec). En 2010 la Sinfónica de Québec estrenó la obra, dirigida por su director titular Yoav Talmi, a quien Camino transportó como taxista y a quien le presentó la obra. La de esta noche será la segunda audición de la obra, en la que hay “una nueva edición con tuba agregada, así como un ligero cambio al principio de la obra, en la trompeta 1”. Camino se graduó de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, con especialidad en corno inglés, y su obra ha sido grabada por académicos de nuestra universidad, como el Mtro Alfonso Moreno y el Ensamble Clásico de Guitarras.
Gabriela Ortiz (1964) es una de las compositoras mexicanas de mayor proyección internacional. Estudió con Federico Ibarra y en el legendario Taller de Composición creado por Carlos Chávez en 1960, en el Conservatorio Nacional, donde también estudió Mario Lavista, quien a su vez fue el maestro de Ortiz en dicho taller. El catálogo de Ortiz es muy amplio pero destaca, por su amplia repercusión, la ópera Únicamente la verdad. La verdadera historia de Camelia la Texana (2004), con libreto de Rubén Ortiz (un collage hecho a partir de textos recogidos de la prensa, blogs, libros y programas de televisión) y dos obras comisionadas por la Filarmónica de Los Ángeles: Téenek (2017) y Yanga (2019) mismas que, como puede verse, se relacionan con la herencia cultural del Estado de Veracruz: la lengua original de la cultura huasteca y la rebelión de esclavos en el siglo XVII, liderada por el príncipe africano de ese nombre, que tuvo como consecuencia la fundación del primer pueblo libre. El Concierto Candela para percusión (1993) parte de una inquietud que también tiene una larga trayectoria: el imaginario sobre los instrumentos prehispánicos, en este caso las percusiones, y su fusión con la llamada música de concierto; en esta obra se escuchan la marimba, el cencerro y diversos tipos de percusiones, entre éstos el teponaxtli. Para el Festival Cervantino de 1993 Ortiz y el recientemente fallecido compositor Javier Álvarez (1956-2023) escribieron los primeros conciertos para percusión y orquesta en México. Ortiz es desde 2022 es miembro de El Colegio Nacional.
Desde la primera grabación realizada de la obra de Silvestre Revueltas (1899-1940) en 1947 (Sensemayá por Leopold Stokowski) hasta 2023, se han realizado decenas de grabaciones de la obra de Revueltas y pueden dividirse en dos grandes grupos: un puñado de obras para orquesta que se han instalado en el gusto del gran público y, por otro lado, las de agrupaciones musicales que exploran la diversidad de épocas y vertientes creativas de este compositor, creando con ello un canon alternativo.
Silvestre Revueltas trabajó con el director de cine Chano Urueta (1895-1979) en tres películas: Los de abajo (1939), El signo de la muerte (1939) y La noche de los mayas (1939). A diferencia de otras obras para el cine, como Redes (1935), en las que se nota que el compositor pensaba en esta música para una sala de conciertos, La noche de los mayas llegó al repertorio de una manera sui generis. José Yves Limantour (director titular de la OSX de 1944 a 1952 y de 1967 a 1968) realizó un arreglo en forma de suite en el cual, como ha probado de manera fehaciente Roberto Kolb, hubo algunas alteraciones; entre ellas, en el último movimiento, dentro del cual se agregó una improvisación para percusiones que no existe en la partitura, así como se incrementó el número de estas, que pasó de 3 a 14. El 7 de junio de 1963, en la Sala de Conciertos de la Escuela Superior de Música de Berlín, Limantour dirigió a la Orquesta Filarmónica de Berlín en un programa que incluía la Sinfonía n.° 25 de Mozart, el Concierto para piano de Schumann (con Bruno Leonardo Gelber como solista) y su arreglo de La noche de los mayas.
En todo esto hay una gran paradoja porque la eficacia fílmica –que no estética– de esta música se debe justamente a su uso de ciertos lugares comunes, narrativos, musicales y ambientales, que se combinan con otros elementos presentes en un contexto cultural más amplio: el “nacionalismo” que constituye una seña de identidad, una especie de corpus que tiende a mostrar una esencia constituida por una serie de parámetros fuertemente arraigados en los imaginarios internacionales: primitivismo, exotismo, pobreza, revolución, y un largo etcétera, tal y como comenta un historiador. Estos hechos forman parte de la historia de la música, entendida como un circuito y no como una lista de autores y obras, y a su vez los repertorios no centroeuropeos, como el escandinavo, el ruso y el norteamericano, tienen a su vez sus propios estereotipos.
Así, si un director ligado a la Orquesta Sinfónica de Xalapa tuvo un papel protagónico en una visión tradicional y exotista de la obra de Revueltas, otro músico ligado la OSX ha jugado un papel importante en la divulgación de otra visión del compositor duranguense. Timothy McKeown, egresado de Juilliard (donde estudió con William Vacchiano), trompetista titular de la Orquesta Sinfónica de Xalapa desde 1983 y profesor en la Facultad de Música y en el Centro de Iniciación de la Universidad Veracruzana, contribuyó, por ejemplo en el proyecto de rescate y divulgación que representó el disco de Revueltas Música de excepción, para el cual “Este era un rey” (ca. 1940) fue el material del cual realizó la transcripción, integrada en forma de suite instrumental; de “México en España” (1937) hizo la orquestación. Esta pieza aparece en el Cancionero Revolucionario Internacional, recopilado y anotado por el musicólogo Otto Mayer Serra (1904-1968), quien, asimismo, estuvo ligado a la Orquesta Sinfónica de Xalapa de la cual fue gerente en la década de 1940.
Justamente una de las claves para superar la definición la obra de Revueltas como “nacionalista” (lo cual es a la vez ambiguo y simplificador) es conocer su contexto, con el cual interactuó a través de su música, y en ese sentido se revela como relevante el Estridentismo, tal y como lo señala la nueva biografía y estudio Silvestre Revueltas. Sounds of a Political Passion (Oxford University Press, 2023) de Roberto Kolb; en este libro, una de las referencias importantes sobre el tema es La aventura estridentista. Historia cultural de una vanguardia de Elissa Rashkin, investigadora de la Universidad Veracruzana.
En suma, la música es un red de significaciones extensas, y muchas veces intensas; un patrimonio colectivo en el cual están imbricadas compositores, agrupaciones musicales, artistas, público, académicos y un largo etcétera.