Mussorgsky / Tchaikovsky / Sibelius 15/03/24

Roberto Aguirre | Tlaqná
Una Noche En La Árida Montaña / Concierto para Violín Op. 35 / Sinfonía No. 2 /
Mussorgsky: Una noche en la árida montaña Fomá Grigórievich juraba que era verdad. La historia se la había contado su abuelo y había tenido lugar más de cien años atrás. Terenti Korzh tenía un trabajador al que todos conocían como Pietro sin Familia, tan inciertos sus orígenes y tan escasos sus bienes que sólo poseía una casaca gris llena de agujeros. No podía faltar: Korzh tenía una hija, Pidorka, poseedora de unas mejillas frescas y sonrosadas como una amapola cuando extiende sus pétalos ante el sol naciente y quien mantenía un oculto romance con Pietro. Pero ¿qué padre quiere que su hija se case con un hombre que no tiene más que su fuerza de trabajo? Después de descubrirlos y echar de la jata a Pietro, Pidorka comienza a recibir la visita de un polaco adinerado con quien Korzh la obliga a casarse. Basavriuk, un hombre que nunca entra a la iglesia y que siempre tiene regalos para las muchachas que, si de ser aceptados, reciben la visita de diabólicas criaturas del pantano, promete riquezas a Pietro si en la Noche de San Juan arranca la flor del helecho que aparecería sobre alguno de los tres montículos cubiertos de zarzas salvajes. Una vieja arrugada y jorobada le pide que arroje la flor y que cave donde esta caiga. Allí, Pietro encuentra un cofre que le será entregado después de sacrificar al pequeño Iván, el hermano de seis años de Pidorka. Pietro regresa cargado de oro, Korzh se da cuenta de lo simpático que resulta el muchacho y la boda de Pidorka fue la más alegre de la que se tuviera memoria. El trágico final se puede encontrar en el cuento “La noche de San Juan”, de Nikólai Gógol (1809-1852), historia que inspiró a Mussorgsky para escribir Una noche en la árida montaña . Modest Petrovich Mussorgsky (1839-1881) pertenecía a una familia de la aristocracia rural. Sus padres tenían afición e inclinaciones musicales. Casi a escondidas, convivió con el campesinado al cual siempre vio con simpatía y afecto. En 1849 sus padres lo enviaron a estudiar piano con el profesor Anton Herke. De manera paralela y para que pudiera tener un futuro estable, lo inscriben en 1852 en la Escuela de Oficiales de la Guardia. De aquella época data su Polca de los aspirantes, su primera composición conocida. Apuesto, culto, excelente pianista y de voz agradable, resultó un éxito su presencia en los salones de San Petersburgo, donde hizo contactos afectivos y profesionales que tendrían profunda influencia en su vida. En 1862 queda constituido el famoso Grupo de los Cinco, inspirado por los criterios teóricos de Vladimir Stasov (1824-1906), quien elogiaba el uso que hacía Glinka de los motivos de la música rusa por encima de la influencia de la música europea. Desde 1857 Mussorgsky padeció episodios depresivos a raíz de la epilepsia que se le empezó a manifestar también en esa época. Hacia los cuarenta años comenzó a abusar del alcohol, lo que, sumado a su epilepsia, hizo estragos en su organismo hasta que falleció el 28 de marzo de 1881 en el Hospital Militar Nikolaievski. Estrenada el 15 de octubre de 1886 en San Petersburgo, Una noche en la árida montaña es la única obra orquestal de importancia en el catálogo de Mussorgsky. No obstante, la orquestación que se interpreta habitualmente es la que realizó Rimsky-Kórsakov. ? Tchaikovsky: Concierto para violín El Concierto para violín de Tchaikovsky (1840-1893) se estrenó en Viena el 4 de diciembre de 1881 con muy poco éxito. La crítica de Eduard Hanslick (1825-1904), feroz y mordaz, apareció en el Neue Freie Presse al día siguiente del estreno. Decía que el talento del compositor no era ordinario, sino que estaba inflado, que no conocía el gusto y que el concierto era largo y pretencioso; que por momentos es sobrio, pero pronto la vulgaridad se hace presente: “el violín no es tocado, sino jalado, roto y golpeado”. Para Hanslick, el final nos transporta a la brutal alegría de una fiesta rusa y que, por primera vez, se tiene la horrorosa noción de que la música apesta. Otro crítico, Theodor Helm (1843-1920), escribió en otro periódico que el concierto sólo acumulaba discordancias y clímax confusos, cubiertos con la bandera nacional del nihilismo ruso más bárbaro. Ambas apreciaciones lo único que dejan ver no es la calidad de la obra sino el evidente prejuicio que contra la música rusa existía entre los “civilizados” críticos vieneses. Tchaikovsky compuso este concierto durante una estancia en Clarens (Suiza), después del fracaso de su matrimonio con Antonina Miliukova, cuando realizó un viaje con su hermano Anatoli para recuperarse de la tortuosa relación. Antonina le había hecho llegar una serie de cartas apasionadas en el momento en que el autor se entregaba a la composición de Eugenio Oneguin, obra en la que la protagonista, Tatiana, enamorada de Oneguin, le escribe una carta en la que le declara su amor. Este paralelismo fue para Tchaikovsky una señal del destino y una oportunidad para proteger su vida privada y disimular su homosexualidad. A diferencia de la humana y atractiva Tatiana, Antonina era una mujer enferma, mitómana, ninfómana, que se enamoraba de todos los hombres que se le cruzaban, siempre que cumplieran la condición de ser ricos o famosos. El matrimonio nunca se consumó y la experiencia fue tan amarga que llevó a Tchaikovsky al borde del suicidio, por lo que se separó de ella y partió a sanar a Suiza. En compañía de Joseph Kotek (1855-1885), notable violinista ruso, Tchaikovsky compuso este concierto en la primavera de 1878. Kotek le ayudó brindándole consejos técnicos sobre la interpretación del violín. A pesar de ello, no quiso hacerse cargo del estreno. Tchaikovsky dedicó entonces la obra a Leopold Auer (1845-1930), quien después de estudiar la partitura le hizo saber que el concierto no era apropiado para el instrumento y era intocable. En otro intento, el autor se acercó al violinista francés Emil Sauret (1852-1920) quien, agradeciendo la distinción, también rechazó darle vida. Finalmente, y a regañadientes, Adolph Brodsky aceptó estrenarla no sin antes hacerle saber al autor que no le tenía aprecio a la obra. Sin embargo, el violinista alcanzó fama tocando este concierto, lo que hizo que Auer recapacitara y reconociera que la obra sí se podía tocar, haciéndolo en repetidas ocasiones y logrando gran aceptación del público. La obra en la actualidad sigue siendo de las más apreciadas del compositor, pues el lirismo del tema del primer movimiento continúa conmoviendo profundamente a la audiencia y el virtuoso vértigo del final arranca los más atronadores aplausos. Sólo Hainslick mantuvo hasta el final su agria crítica hacia una de las mejores obras de Tchaikovsky. ? Sibelius: Sinfonía n. ° 2 Música y política nunca están separadas, afirmación que se demuestra con aquellos compositores identificados con el espíritu de su nación, los nacionalistas. La Finlandia en la que nació Johan Julius Christian Sibelius (1865-1957), quien luego cambiaría el nombre Johan por Jan, era entonces una provincia exterior de la Rusia zarista. Finlandia había estado unida a Suecia por más de seis siglos, pero como resultado de los tratados de Tilsit de 1807 se hizo parte de Rusia, y así, a principios de 1809 fue proclamado el zar Alejandro I gran duque de Finlandia. A medida que los finlandeses tomaban consciencia de su identidad nacional, el régimen zarista sojuzgaba con mayor fuerza al país y explotó la tensión existente entre la élite cultural, que se expresaba en sueco, y la mayoría popular, que se comunicaba en finlandés. Prácticamente hasta la Primera Guerra Mundial el sueco era considerado la lengua oficial. Sibelius tuvo contacto con la música desde temprana edad, al igual que sus hermanos. A los diez años compone una sencilla pieza para violín y violonchelo, pero es hasta los catorce que estudia formalmente el violín. A los once años lo inscriben en el Normaalilyseo de su ciudad natal, Hämeenlinna, que fue la primera escuela del país en la que se enseñó en finlandés. El idioma materno de Sibelius era sueco y hasta los veinte años pudo expresarse con fluidez en esta lengua; conocerla le permitió descubrir el poema épico Kalevala, lo que estimuló su imaginación. El Kalevala es una recopilación de orales de Finlandia y sirvió de inspiración para varias de sus obras. El barón Axel Carpelan había devenido en mecenas de Jan Sibelius, y logró reunir una importante suma de dinero para que viajara a Italia como fuente de inspiración para sus obras. Sibelius alquila un pequeño estudio en Rapallo, donde comienza a componer un poema sinfónico sobre Don Juan, que no concluye. De regreso en Finlandia retoma parte del material de esta obra para el segundo movimiento de su segunda sinfonía. Hay abundante correspondencia entre Carpelan y Sibelius que da cuenta del progreso de la obra. A finales de 1901 está terminada y se estrena el 8 de marzo de 1902 en Helsinki. Robert Kajanus (1856-1933), director de orquesta finlandés que tuvo un decisivo impacto en la carrera de Sibelius, había escrito poco después del estreno que la obra reflejaba la protesta contra la situación política que en ese momento se vivía, y el musicólogo Ilmari Krohn apodó la sinfonía como “de la Liberación”. En 1939 Sibelius desmintió que la obra llevase tal intención programática en su estructura y concepción; sin embargo, el sobrenombre permanece hasta el día de hoy.